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PROFESIÓN
“INGLATERRA ES EL PARAÍSO EN CUANTO A ASISTENCIA DE LA MATERNIDAD”
CRISTINA ALBIACH DECIDIÓ ESTUDIAR LA ESPECIALIDAD DE MATRONA EN INGLATERRA, DONDE PASÓ CINCO AÑOS, TRAS LOS CUALES SE MARCHÓ A TRABAJAR A FRANCIA. DE LAS PECULIARIDADES DE AMBOS SISTEMAS SANITARIOS Y SUS DIFERENCIAS CON EL ESPAÑOL NOS HABLA EN EL SIGUIENTE ARTÍCULO.
CRISTINA ALBIACH · Matrona en Atención Primaria en el consultorio auxiliar de Albalat dels Sorells y Albuixech (Valencia)
la Pitié-Salpêtrière, donde formó parte de un grupo de matronas que realiza- ban el seguimiento de embarazos de alto riesgo a domicilio. Después, trabajó en el hospital Les Bluets, en la sala de partos y realizando el seguimiento del embarazo en consulta.
“Somos ayudantes;
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mujer”
Cristina Albiach se siente muy afortunada de haber realizado la especialidad en Londres, algo que le ha permitido trabajar al lado de grandes mentoras. “Una de ellas me dijo un día: 'No se puede ayudar activamente a una mujer a dar a luz. El objetivo es evitar molestarla innecesariamente'. Este es sin duda uno de mis valores cuando trabajo, recordar que la que da a luz es la mujer, nosotros solamente somos ayudantes”, afirma la matrona.
A pesar de que la estancia de Cristina Albiach en Francia no fue tan gratificante a nivel de asistencia en el parto, la matrona aprendió otras habilidades que le han ayudado mucho en su trabajo actual, como hacer ecografías o prescribir medicación. “Aunque en España la matrona no pueda hacerlo todavía, esta información me hace entender mejor los cuidados proporcionados durante el embarazo y me siento como una figura más activa”, concluye la matrona.
C ristina Albiach tenía claro que quería ser matrona. Por ello, al terminar el grado de enfermería en 2014, pasó un año entero preparándose para el EIR. Sin embargo, no pudo escoger una de las plazas para realizar la especialidad. "En mi opinión, en España, el sistema para acceder a la especialidad de matrona es muy complejo. Yo tenía claro que iba a ser matrona, pero quería trabajar cuanto
antes”, explica Cristina Albiach. GRADUADA
EN INGLATERRA
La matrona se mudó a Inglaterra en 2015 y, cuatro años después, se graduó. “Elegí ese país porque el inglés era una lengua familiar para mí; además, al pertenecer al espacio europeo, me convalidarían el título en España si algún día quisiese volver”, añade Cristina Albiach.
Allí trabajó en un hospital público lon- dinense, el Royal Free Hospital. “Estaba en un grupo de atención continuada durante el embarazo. El objetivo era que las mujeres tuvieran a la misma matrona durante todo el seguimiento del embarazo, parto y posparto”, explica la matrona.
SEGUNDO DESTINO, FRANCIA
En 2020, en plena pandemia, Cristina Albiach se mudó a París. “Después de haber pasado 5 años en Londres, que- ría estar más cerca de mi familia. Sin embargo, no quería volver a España, ya que las condiciones laborales son menos favorables si se comparan con las de nuestros vecinos europeos”, afirma la matrona.
En Francia, Cristina Albiach trabajó en dos hospitales diferentes. Primero, en el hospital público más grande de París,
Para Cristina Albiach, lo mejor de ambos sistemas sanitarios son sus condiciones laborales. No existen las oposiciones ni las plazas para toda la vida, y los contra- tos indefinidos se consiguen mediante una entrevista y un examen. “En gene- ral, cuando empiezas en un hospital, te proponen un contrato de duración determinada y, si todo va bien, al cabo de unos meses ya tienes un trabajo fijo. Además, existe la posibilidad de ele- gir dónde quieres trabajar y cambiar- te con facilidad de un hospital a otro, algo impensable en España”, explica la matrona.
Aunque reconoce que parece algo con- tradictorio, para Cristina Albiach lo peor de Inglaterra es que el paciente tiene demasiado poder. “Existen bastantes denuncias a profesionales por minucias, y el paciente siempre tiene las de ganar. Esto hace que se trabaje con mucha pre- sión, aunque también que se trate con mucho respeto a los pacientes y que los
sanitarios no se acomoden demasiado en su puesto”, añade la matrona.
En cuanto al sistema francés, según Cristina Albiach, “lo peor es el déficit de matronas y el sueldo, sobre todo si vives en París, ya que es una ciudad muy cara y el salario base de una matrona francesa es muy parecido al de una matrona española”.
DIFERENCIAS CON ESPAÑA
Entre la sanidad española y la inglesa, hay una diferencia abismal en cuanto a la asistencia de la maternidad. “En este sentido, Inglaterra es el paraíso”, afirma Cristina Albiach. Según la matrona, en la sanidad pública inglesa, se protege mucho a la mujer en el embarazo y parto. El lema sería "la matrona se adapta a la mujer, y no al revés". Además, si la mujer desea dar a luz en su domicilio y cumple los requisitos, el hospital público moviliza sus recursos para que sea así. “El número de matronas es suficiente para atender a todas las embarazadas”.
La matrona en Inglaterra también asis- te partos medicalizados. Pero hay una gran diferencia entre un parto natural y uno medicalizado. “En la mayoría de hospitales españoles, no la hay. Incluso con mujeres que no tienen ningún ries- go, se medicaliza el parto, para mayor comodidad. Colocar una vía periférica, por ejemplo, ya es medicalizar el parto”. Las diferencias entre la sanidad española y la francesa no son tan marcadas. En Francia hay un gran déficit de matronas y esto se ve reflejado en la atención durante el parto. “Sin embargo, las matronas fran- cesas tienen mucha autonomía, ya que pueden prescribir, hacer ecografías y abrir su propia consulta para el seguimiento del embarazo y el posparto. Esto es una gran ventaja con respecto a las matronas españolas”, afirma Cristina Albiach.
SANIDAD INGLESA VS FRANCESA
Según Cristina Albiach, la sanidad inglesa destaca por la protección de la mamá y el bebé durante el embarazo y el parto, en los que la matrona se comporta como un testigo.