Page 52 - Mi bebé y yo 350 Septiembre-Octubre 2022
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#porunpartomásrespetuosoyhumanizado
“Para cambiar el mundo, primero hay que cambiar la forma de nacer”, según palabras del obstetra francés Michel Odent.
¿Qué estamos haciendo mal?
Estamos forzando los tiempos, abusamos de las prisas, de las prácticas obsoletas
y no recomendadas. Por norma general,
no dejamos que sea la mujer la que decida, la dueña de su cuerpo.
Bajo tu experiencia, ¿cuáles son los principales miedos o preocupaciones de las mamás que acuden a tu centro Baby Suite y cómo les ayudas a superarlos?
Depende de la fase en la que se encuentren. A las mujeres embarazadas, les preocupan mucho los hábitos saludables, como la alimentación, el descanso y el ejercicio. Algunas mujeres también tienen miedo a las relaciones sexuales durante el embarazo.
Según se acerca el parto, muchas mujeres se agobian por ese “seré capaz de hacerlo”
o “como sabré si estoy de parto”...
Y, en referencia al posparto, la crianza
y la alimentación del bebé, lo que más les suele preocupar son los cuidados del bebé, la lactancia materna y las complicaciones que se pueden derivar de esta.
En tu libro, dedicas un apartado a la violencia obstétrica. ¿Nos podrías decir qué es y poner algunos ejemplos? ¿Cómo hacer frente a este tipo de violencia en el parto?
La violencia obstétrica se define como aquellas prácticas que se llevan a cabo
en la mujer sin su previo consentimiento
y que pueden tener una implicación física
o psicológica, tanto en ella como en su bebé. Hoy en día, en España, la violencia obstétrica existe, es real. Como profesionales de la salud, debemos trabajar todos en una única dirección, por y para la mujer, con el fin de conseguir erradicar este tipo de violencia. Algunos ejemplos de violencia obstétrica son: la realización de prácticas sin consentimiento previo, como, por ejemplo, la maniobra
de Hamilton; el rasurado o el enema por imposición; privar a la mujer de adoptar
las posturas que ella desee durante el parto; no permitir el acompañamiento de la pareja; la infantilización de la mujer; la realización de maniobras que impliquen un peligro para ella o su bebé, como inducciones de parto innecesarias, episiotomías no justificadas,
o prácticas obsoletas, como la maniobra
de Kristeller, etc.
Una mujer que ha sufrido violencia obstétrica tiene que denunciarlo.
Son sus derechos, es su cuerpo, es su bebé. Esto deja heridas físicas y psicológicas a medio y largo plazo
muy difíciles de sanar para la mujer.
Una de las técnicas que aplicas en tus cursos es el hipnoparto.
¿Nos podrías explicar en qué consiste y cómo ayuda a la mamá? El hipnoparto es una herramienta
súper poderosa que consiste en una formación más emocional,
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