Page 36 - Mi bebé y yo 351. Noviembre-Diciembre 2022
P. 36

                   ¿CÓMO SE LLEGA AL DIAGNÓSTICO?
Para establecer el diagnóstico, es necesario realizar:
• Una historia clínica completa y detallada, fundamental para determinar la relación directa de un alérgeno con la sintomatología consultada. El pediatra indagará sobre antecedentes familiares de alergia o atopia, características del domicilio (ventilación, humedades, reservorios de polvo,
como alfombras, moquetas, etc.), animales domésticos (gatos o perros), presencia
de cucarachas, fumadores en casa...
También investigará los antecedentes personales, como prematuridad, duración
de la lactancia materna, tolerancia a la alimentación complementaria, vacunas administradas, así como la enfermedad consultada: descripción de los cuadros,
edad de inicio de los síntomas, predominio estacional de los mismos, periodicidad, duración y gravedad de los síntomas, tratamientos recibidos y su efecto, coincidencia de la reacción con la exposición a una sustancia sospechosa, entre otros.
• Una exploración física, insistiendo en
áreas como garganta, nariz y oídos, así como en la auscultación respiratoria (presencia de pitos en el pecho) y la piel (eccema, lesiones de rascado, etc.). Deben ser detectados,
si existen, los denominados estigmas alérgicos, comentados con anterioridad.
• Pruebas complementarias. Una elevación de la IgE total se interpreta como la predisposición para desarrollar alergia.
Todas las personas tienen alguna cantidad
de IgE total. No indica alergia concreta
a alguna sustancia determinada, sino la facilidad, en general, para hacerse alérgico a cualquier sustancia que, como he comentado, se trata de una predisposición constitucional, de tipo hereditario familiar.
Las personas con IgE total alta tienen
más facilidad para desarrollar alergia,
pero no obligatoriedad. Algunas personas no desarrollarán alergia nunca. Por el contrario, otras personas que, en principio, no tienen gran facilidad, sí que pueden acabar desarrollando alergia a alguna sustancia concreta.
La determinación en sangre de la tasa de IgE específicas a los alérgenos sospechosos es
el método de referencia, puesto que permite cuantificar estos anticuerpos. Asimismo, existen test rápidos para la detección de una batería de alérgenos, mediante una pequeñísima cantidad de sangre.
• Las pruebas cutáneas constituyen una exploración de primera línea. La que se realiza con más frecuencia es el prick test, que consiste en comprobar la reacción
de la piel tras puncionarla a través de las
gotas de los distintos alérgenos depositadas en los antebrazos. La respuesta es rápida (unos 15 minutos) y es una prueba prácticamente indolora.
Estas y otras pruebas cutáneas, como la prueba del parche, el prick by prick (para algunas alergias a alimentos), pruebas por inyección intradérmica, así como las pruebas de provocación controlada, en las que se somete al paciente a la acción directa del alérgeno sospechoso con el fin de provocar una reacción alérgica “menor”, son realizadas habitualmente por el especialista en alergia,
el dermatólogo o el neumólogo.
#elpediatra
     #36# Mibebeyyo
 







































































   34   35   36   37   38