Page 24 - Mi Bebé y yo 357 · Noviembre-Diciembre 2023
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• Además, los niños pueden tener otra sintomatología de muy variada naturaleza.
Sin embargo, la forma clásica cursa con
fiebre elevada (38-40oC), de comienzo agudo, escalofríos, tos, rinorrea, dolor de garganta, malestar general, dolor muscular, dolor de cabeza, pérdida de apetito, etcétera. También puede manifestarse con inflamación de las cuerdas vocales y la laringe, inflamación
de los bronquios más pequeños (bronquiolitis), conjuntivitis, o como un simple cuadro febril inespecífico. En los niños pequeños y lactantes, puede cursar con un síndrome similar a una infección generalizada o con un cuadro gastrointestinal en forma de náuseas,
vómitos, diarrea o dolor abdominal.
• La fiebre suele ser más alta, y otros síntomas, como los gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal) o el dolor muscular por miositis son más frecuentes. La gripe suele predisponer a padecer otitis media aguda (OMA) en más del 20% de los niños menores de seis años; otitis que se producen por sobreinfección bacteriana en dos terceras partes de los casos. Por esta razón, toda
OMA asociada a gripe debe ser tratada
con antibióticos.
¿QUÉ COMPLICACIONES
PUEDE OCASIONAR?
Si bien la gripe suele tener una evolución autolimitada, de entre siete y diez días de duración, la tos y el malestar general pueden prolongarse durante semanas. En los niños inmunodeprimidos, la evolución es más prolongada.
• Debemos sospechar que existe una complicación en caso de persistencia
del síndrome febril. La complicación más frecuente son las neumonías bacterianas secundarias a la infección viral, que se producen como consecuencia de la afectación de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio, lo que facilita la colonización bacteriana, especialmente, en los niños que presentan factores de riesgo, así como en las personas de edad avanzada. Estas neumonías bacterianas que complican la gripe suelen estar provocadas por estafilococos, hemophilus y neumococo. Las sobreinfecciones bacterianas son las responsables de la mortalidad que acompañó a determinadas epidemias, como la que se dio en llamar, sin fundamento, “gripe española” de