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A LOS NIÑOS GITANOS NO SE


                                LES PERTIMITÍA IR AL COLEGIO



                  Si comparamos          a  los   judíos   y  los   gitanos, en     el sentido      de
                  riqueza    y cultura, nos daremos cuenta             que   los judíos han      sido

                  bendecidos por el Señor con riqueza, en cuanto a estudios, los
                  judíos siempre       han   sido   muy preparados y estudiosos y lo              son
                  en  el  día  de  hoy.   Por   el  contrario    los gitanos han      sido   pobres,

                  en cuanto a estudios, debido a que no se les daba acceso a los
                  colegios, pues no fue hasta 1783 que se aprobó una ley que se

                  les  permitía    ir  al colegio   a  los  niños   gitanos en     España.     Antes
                  de esto en 1749, se produjo el genocidio gitano, donde 12.000
                  de  ellos, serían    apresados, la      mayoría, morió por          fusilamiento,

                  y otros de hambre y frío en las cárceles españolas.
                  Cuantas     críticas   han   recibido     los  gitanos, por      no   llevar  a  los

                  hijos al colegio, pero ¿Alguna vez se preguntó porque?
                  Ahora piense por un momento, ¿Cree usted que era fácil para

                  un   gitano    enviar a     sus   hijos   al colegio,     después     de    aquella
                  matanza?      Desde     luego    que    no, además       que    si los   hubiesen

                  enviado, posiblemente hubiesen sido rechazados, a pesar de la
                  ley. En la memoria de los gitanos de aquella época estaban las
                  matanzas.

                  Hoy día     las cosas han      cambiado      y ya  tenemos gitanos que          son
                  abogados, otros médicos            como lo fue       Juan    Manuel     Montoya,

                  al  cual   conocí     y entablamos amistad, le             pude     testificar   del
                  Señor, algunos de           su   familia     eran    cristianos, pero       él   no,
                  después supe que se convirtió al Señor, le llamé por teléfono y

                  le  pregunte     ¿Cómo       fue   tu  conversión?       Me  dijo:     no   se  que
                  paso, pero      de  repente    comencé       a  decir:  Padre    celestial, padre

                  celestial; y a partir de ahí comenzó a ir a la iglesia. Poco tiempo
                  después de       esta  conversación, supe          que   partió   con   el  Señor,

                  era muy joven.


                  En la página web de la Unión Romaní nos dice:




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