Page 41 - LIBRO MIA
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Mi enardecido pecho                                      Febrilmente lloré al destino

 atricionó mi alma                                        le supliqué devolverme la oportunidad perdida

 mis piernas no me pudieron                               abrigué en mi ensueño tu encantamiento perpetuo


 ya declamada tu dura nueva                               y que tu verde luz fulgurara mi alma




 Siempre entendí los devaneos de tu amor                  Me abro hoy día

 reconocí tus sueños                                      a la esperanza divina

 me embriagué de tus encantos


 y soporté los límites del tiempo esquivo                 ¡Padre bendito!

                                                          ¿Por qué tan largo este amor esquivo?

 Comprendí tu amor  y tus quebrantos,


 tu progenie bendita

 Viví tu aciago y furtivo entorno

 ¡Y me pedí más fuerza!




 Sublimé tu risa


 me encandilé en tus ojos

 y socavé tu alma entre tus muslos blancos

 dormí en tu pecho como un ave herida


 y renací a la vida en tus delgados brazos










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