Page 129 - Illuminati
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Así pues, invitado al palacio de Yusupoff con la excusa de una
                                 conducido a un salón donde se le dijo que tuviera la amabilidad de
                 completamente restablecido. Semejante recuperación le valió cierta fama
                              fiesta para celebrar que el año estaba a punto de terminar, Rasputín fue
                                    aguardar un poco porque había sido el primero en llegar. Para entretener la











                     de «inmortal» entre el supersticioso populacho.





                                        espera, le ofrecieron un pastel de  chocolate y una botella de vino de  Madeira en la que un médico amigo  de los conjurados había inyectado  matar a una docena de hombres. Sin  cianuro de potasio suficiente para  embargo, el veneno no sólo no hizo mella en su cuerpo, sino que, cansado  de hacer tiempo, a la media hora exigió más vino y pidió a Yusupoff que  tocara la guitarra para pasar mejor el rato.  El príncipe se hizo con un revólver y dis

















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