Page 132 - Illuminati

fallecimiento. Entonces llegó Rasputín, se sentó al lado de Alexis y
empezó a rezar. Cayó en uno de sus trances místicos y al poco tiempo la
en ese momento sufría una hemorragia que ningún médico había logrado
detener. Algún especialista pronosticaba incluso el inminente
personal y espiritual, y su endeble y dubitativo marido, Nicolás II, no hizo
nada para oponerse, pues también había quedado impresionado ante
hemorragia se detuvo ante el asombro de todos los presentes. El zarevich
A partir de ese momento, la zarina Alejandra le tomó como asesor
habían casado entre sí durante generaciones, Alexis padecía hemofilia, la
la época, procedentes todos del mismo puñado de familias europeas que se
zarevich heredero Alexis, estaba a punto de morir. Como tantos nobles de
herida. El pequeño la había heredado de su madre, la zarina Alejandra, y
aquella época, solía implicar la muerte del afectado con la más mínima
enfermedad de la sangre que impide su coagulación normal y que, en
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semejante demostración de poder. Durante muchos años, la crédula emperatriz, natural de Hesse, había admitido en palacio a todo tipo de hipnotizadores y charlatanes, y también a algunos ocultistas notables, como el médico hispanofrancés Papus, que llegó a organizar para la familia imperial una pequeña sesión de espiritismo en la que se había invocado a Alejandro III, padre del zar. Según las crónicas, el fantas

estaba a salvo.