Page 327 - [1library.co] l la era de las maquinas espirituales kurzweil
P. 327

a   Una                                                                                        327
      ponden a lo  que suele constituir los  documentos  y arte/actos desvela­
         corresponden   cambio  que no.   ¿Y los  ficheros  de   ¿Qué  pasa   estar  físicamente   siga siendo un  problema.




         que                    todo  consistente.                                 sigue  siendo tan  bueno como en­  ¿qué pasa con los  nanobots

         y /ormas   la discusión sobre cómo interpretarlo es inacabable.   el problema de las copias de seguridad no se ha re­  ¿Hace  falta



         estructuras  vez más,  todo tiene su raíz en nuestro pasado MOSH.  Pero,  como pue­ -Así que el desvelamiento legal de nuestro archivo mental prin­  del  nunca  fue  -Puesto que muchos de nosotros no tenemos presencia /ísica per­ -Ya veo, ¿así que usted puede prestar testimonio con un cuer­ -Claro, pero no puedes hacer otra cosa mientras prestas testimonio.  -Me  parece justo. Aquí, en 1999, no se puedelJevar café a una sala  d



         Las  nuestros procesos  de  pensamiento se  súpone en   cipal está  resuelto,  aunque con reglas ambiguas.   -En ese momento no puede estar con George.   -No me sorprende que la  inti~idad   -Claro. Mucha gente lo tiene por santo.   «Pretty Good Privacy»   -Quince minutos sería demasiado.  -De acuerdo. Pero ahora dígame,  autorreplicantes que les preocupaban en 2029?

         desvelables.      -Créase o no,  suelto del todo.  Parece absurdo, ¿no?   -El sistema  legal  cuando  hay  que  prestar  testimonio?   manente,  eso no tendría mucho sentido.   de seguridad, aunque lo nieguen.   -¿Aquel tipo del PGP?  -¡Ah! ¿Se acuerda de él?   ce minutos de intimidad».




         son     de imaginarse,   seguridad?   presente?   po virtual?   -No.   Phil Zimmerman...   -~;u
         bIes,









                                                                            .
               los
          de
                    el
       a/avor de la destruc­ siendo  el principal problema   recuerdo  mal,   sobre todo de  li­  era imposible q~e   dar  a entender otra
            .





       movimientn  no   Si  momento.                 El otro día oí la presentación de un líder de discu­  de  tuve  intención  ¿Así  que está  usted  metida  en  ese  movimiento




       el        partidarios de York son antitecnológicos, y sin embargo sólo aque­ llos de ustedes que se hallen en el otro mundo se interesarán po~  problema de la destrucción de todas las copias. Si los partidarios de  York están en el otro mundo, ¿cómo pueden estar contra la tecnolo­ gía? O bien/si no están en el otro mundo, ¿por qué habrían de preo­ -Bueno, recuerde que han pasado setenta años desde nuestra últi­ ma conversación. L
       Alfinal,   copias  ha  acabado   espere  un   nos vemos abocados a un problema un poco distinto,   no tuviera al menos un implante de expansión neuronal.   No   bloquear el desvelamiento legal de los datos de seguridad.



       duda cabe?  las        cuparse por este problema?          -¡,Oh,  por supuesto!  cosa.  Lo que quiero decir...   para destruir todas las copias?



       -¿Qué  todas   de   -Un momento,         to,  yo respeto.   -Desde luego.   sión del MF,   -De acuerdo.   -Entonces...


          ción   York.                                         tido.                                    326
   322   323   324   325   326   327   328   329   330   331   332