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Andrea Martínez Reyes P a g i n a |3
Todos podríamos dar una definición correcta de la palabra
“maestra”, sin embargo y entre las acepciones que ofrece la RAE,
la de: “De mérito relevante entre las de su clase”, me lleva a
pensar si podría dirigirme a ti como: “Maestra maestra”, y poder
así ajustar el significado de la palabra si va unida a ti y resaltar el
mérito relevante que te mereces.
Por otra parte y llegados al momento que nos ocupa y,
conociéndote un poquito, intuyo que tú ya has ido haciendo tu
evaluación continua, porque doy por hecho que has ido
ofreciendo lo mejor de ti continuamente y no dudo que tienes las
herramientas necesarias para hacer una evaluación más, y
obtener información que te permita valorar y construir el balance
global del camino o de la profesión ejercida. Sé que te detendrás
en escoger con esmero los criterios de evaluación para ello, pero
como sabes, si diversificamos los instrumentos podemos
enriquecer el proceso evaluador y a mí se me ocurre hacer
aportaciones y ofrecerte posibles criterios, como:
- Generaciones sobre las que han influido tu buen
hacer.
- Fueguitos que encendiste.
- Almas que tocaste.
- Proyectos diseñados que crecieron.
- Familias con las que no hubo barreras invisibles que
limitaran el estricto contacto profesional.
- Alumnos agradecidos.
- Sonrisas que dejan marcas y arrugas.
- Lágrimas de impotencia bien reconducida en
posibilidades.
- Manchas de colores en la ropa que dejan marcas en la
piel.
- Horas de exclusividad entregadas.
- Horas no lectivas regaladas.
- Horas de formación que sumaron experiencia.
- Malos ratos que te hicieron crecer como persona y
profesional.
- Ilusiones compartidas.
- Madrugones que recuerdan la belleza de la profesión
elegida.
- Días de lluvia que limitan el uso del patio pero que
contribuyen a reinventarse entre 4 paredes.
- Caminos con trampas superadas y que condujeron a
encontrar hoy el tesoro o llegar a la meta.
Y podría seguir, pero creo que lo importante no es que yo
esboce cuál podría ser el resultado de esta última evaluación,
pero sí me adelanto y mi aportación a la misma se traduce en un:
“Gracias por permitirme sentir tu calor”.
Con cariño infinito, Silvia Román.
Chema Burgaleta