Page 1079 - JUNIO 2024
P. 1079

aunque te acompañe la soledad, contigo aprendí a caminar por la vida                        29
                  con  la  mirada  perdida  pero  dejando  que  el  rumbo  lo  marcara  mi
                  corazón, amor mío, contigo aprendí que las manos hablan o que un

                  aroma empapa, aprendí que una lágrima no siempre es de pena o que
                  la pena no siempre se expresa con una lágrima, contigo aprendí que
                  una pasión sin medida sabe mejor cuando se mezcla con amor, contigo
                  aprendí y silencio sigo aprendiendo.

                  Amor mío, te enamoraste de mí, pero gran parte de ese enamoramiento

                  es  por  lo  que  aprendí  de  ti,  te  quiero,  te  cielo  y  cuando  no  estás
                  siempre te extraño, podrá pasar un nanosegundo, un segundo, una
                  hora,  un  día,  un  mes,  un  año,  pero  ante  tu  ausencia  siempre  tu

                  presencia, a te la mía velo por ti y te acompaño.



                  Amor mío, no quiero ahogarte en letras, quiero gestos, quiero caricias,
                  quiero besos, abrazos, compartir mis sueños compartir los tuyos y
                  hacerlos nuestros en un aliño de algo tan especial que ni nada ni nadie
                  pueda separar.


                  A veces las cosas se complican, pero si el corazón grita y el alma no
                  calla nuestro amor siempre será eterno, por eso y mejor arma para
                  vencer todo lo malo es y será siempre cuanto te cielo.

                  Mi rosa tupida


                  Mi querida rosa tupida de fragancias florales, hoy te escribo desde

                  uno de mis latidos porque así lo quiere mi corazón, que te extraña…
                  Quiero depositar en esta carta como llovizna interminable, aquellas

                  mismas palabras que dije cuando te conocí.
                  Por alguna razón inexplicable del destino, un perfume cruzaba la calle

                  donde mi mirada ausente se extinguió al cruce de nuestros ojos, no
                  quise en aquel momento de equidistancia que se perdiese el equilibrio
                  de mis pupilas abriéndose a medida que te acercabas y mis latidos

                  corrían al compás del viento.
                  Con aquella versión de virgen, empezaste a ocupar mis espacios que

                  tanto tiempo anduvieron solos definiendo un proyecto de vida, ahora,
                  contaminado por el sonido de tus besos objeto de culto, quiero ser la
                  exclusiva  boca  que  llene  de  amor  tus  palabras  perfectamente
                  organizadas y guardadas en mi corazón.
   1074   1075   1076   1077   1078   1079   1080   1081   1082   1083   1084