Page 1139 - JUNIO 2024
P. 1139
yo te tengo cerca desde que descubrí que resguardabas muchos 16
fragmentos de mi destino, que tú eras uno de esos fragmentos
y eras a la vez todo, lo más importante, porque eres tú la que
llegó como un contiguo beso de mayo en el lapso idóneo para
que yo con toda la fuerza del entendimiento descubriera que te
amaba.
El verano y el invierno simultáneos, nos miran cautelosos,
quizás nos desconocen, quizás nos reconocen, como tú me
reconoces.
Esa otra tú y ese otro yo que éramos, antes de coincidir por el
camino ¿te acuerdas? y que nos reconocemos en cada beso
inédito que no llega a nuestras bocas.
Y yo
Te reconozco también, como si ya hubieses leído esta carta
antes, como si mis manos ya hubiesen dormido entre tus
cabellos, te reconozco en el silencio que me das a beber de ti,
para que pueda aprender a susurrar te cielo, así como lo haces
tú cuando sabes que necesito de esas dos palabras por sobre
todas las cosas que puedas decirme.
Si acaso es mentira, este día sin voz, todos estos días sin voz,
transcurriendo oblicuos, si acaso también son mentira estas
tardes, casi sin luz y sin aire, si acaso son de mentira todos los
días que fingen felicidad, este amor es verdad y esta carta es
cómplice y testigo murmurante que no tiene otro rumbo que no
sean tus ojos.
Te cielo, como cielo algún fragmento de tu soledad que te hace
evocarme, te cielo como cielo esta espera exacta que me llevó
a tus brazos y no a otros.
Así te cielo.
La mañana llega viva, la siento inexperta... escribiré tu nombre,
pronunciaré tu nombre, te pienso, quiero salvarte sin que te des
cuenta de peligros indivisibles.
Te cielo tanto…