Page 1326 - JUNIO 2024
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Mil gracias por ser la mujer más buena de este mundo, mil gracias por 23
cruzarte en mi camino, y mil gracias por hacerme tan feliz.
¿Sabes? Hay una última cosita que me falta por decir, una última cosita
que mi corazón te quiere revelar…
¿Sabes qué?… ¡Eres el amor de mi vida!
Amarte a cada momento.
Mi querido amor: La necesidad de saber de ti, de cómo estás, de tus días,
o de contarte acerca de mis noches sin ti, hacen que me siente en mi rincón
para regalarte unas letras…
Esas mismas letras que siempre llegan cuando más se necesitan, cuando
faltan las palabras. Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan
hasta tus manos para hacernos sentir más cerca.
Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo siempre me atrevo a
volar muy alto, contigo no le temo a nada y nadie. Me das tanta dicha y
felicidad que no me cabe este amor en el pecho.
La noche, siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar la
imaginación de cómo sería estar contigo. Al menos sé que por ahora
podemos los dos observar la misma luna, las mismas estrellas… y eso me
hace mucha ilusión.
Amarte cada día y en cada momento es una tarea muy fácil y no está
limitada por el tiempo. El amor que te entrego es un amor que se da libre
como el viento, no tiene necesidad de permisos especiales, sólo se da y se
siente como algo lindo y bendecido.
Te confieso que muchas veces me pregunto si las letras que te envío
pudieran resultar aburridas, porque parece que siempre son pocas y
repetitivas.
¿Pero el amor, acaso no es así? Para mí siempre es lindo y grato leer o
escuchar las palabras que salen de nuestros labios y corazones. «Te cielo»,
«te extraño…» Esas palabras jamás cansan, porque son nuestras.
Este amor que tenemos lo hemos sabido cuidar a través del tiempo, y no
dejaré que se vaya, no me cansaré de escribirte estas palabras… Son
nuestras cartas, nuestros sentimientos, y eso jamás podría cansar.