Page 1483 - JUNIO 2024
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Mi querido amor: La necesidad de saber de ti, de cómo estás, de tus 9
días, o de contarte acerca de mis noches sin ti, hacen que me siente
en mi rincón para regalarte unas letras…
Esas mismas letras que siempre llegan cuando más se necesitan,
cuando faltan las palabras.
Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan hasta tus
manos para hacernos sentir más cerca.
Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo siempre me
atrevo a volar muy alto, contigo no le temo a nada y nadie.
Me das tanta dicha y felicidad que no me cabe este amor en el pecho.
La noche, siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar
la imaginación de cómo sería estar contigo.
Al menos sé que por ahora podemos los dos observar la misma luna,
las mismas estrellas… y eso me hace mucha ilusión.
Amarte cada día y en cada momento es una tarea muy fácil y no está
limitada por el tiempo.
El amor que te entrego es un amor que se da libre como el viento, no
tiene necesidad de permisos especiales, sólo se da y se siente como
algo lindo y bendecido.
Te confieso que muchas veces me pregunto si las letras que te envío
pudieran resultar aburridas, porque parece que siempre son pocas y
repetitivas. ¿Pero el amor, acaso no es así?
Para mí siempre es lindo y grato leer o escuchar las palabras que
salen de nuestros labios y corazones. «Te cielo», «te extraño…» Esas
palabras jamás cansan, porque son nuestras.
Este amor que tenemos lo hemos sabido cuidar a través del tiempo,
y no dejaré que se vaya, no me cansaré de escribirte estas palabras…
Son nuestras cartas, nuestros sentimientos, y eso jamás podría
cansar.
Te cielo mi amor, pese a la distancia que hay entre los dos, tú te
encuentras aquí mismo, junto a mí, entre todas mis cosas, en mis
ropas, en mis libros, y en todo cuanto hay en mi cuarto. Siempre estoy
pensando en ti…