Page 383 - JUNIO 2024
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Quiero ser tus mañanas de chocolate y besos, de no querer salir de la 14
cama para empezar el día porque nada importe más que nuestro
abrazo.
Ser un «para siempre» que por una vez se cumpla, que tu eternidad se
contagie con la mía y así seamos uno por el resto de nuestros días.
Quiero besarte la sonrisa cuando trates de ocultarme las penas,
cuando no quieras preocuparme con «cualquier tontería» y prefieras
un silencio compartido.
Quiero esta vida que me prometes con cada uno de tus actos, perderme
sin remedio en la pradera de tus ojos y encontrarte siempre en el
mismo lugar.
Quiero seguir enamorándome cada día de ti y que, al mirar atrás,
dentro de muchos años, nuestro amor sea la montaña más alta de tu
mundo. Y viviremos por siempre en las nubes, bañados por ese mar de
estrellas que mecen de tus infinitos.
¿Qué es amar?
Amar es mucho más que decirlo. Me atrevería a afirmar, incluso, que
ciela mejor aquel que lo hace en silencio, con hechos y no palabras,
que aquel que lo grita a los cuatro vientos. Es demostrar que lo das
todo, aunque cometas errores y que cada día trates de mejorar.
Amar es sonreír, aunque la vida apriete.
Perder la vergüenza y mirar embobado a la otra persona.
Por mucho mundo que haya a su alrededor, tus ojos serán suyos y
nada importará entonces más allá de sus fronteras.
Amar es confiar.
Es entregarte por completo a otra persona, dejar que mire debajo de
tu coraza y, aun así, no sentirte vulnerable.
Es saber que ese alguien no te juzgará por todo lo que escondes, sino
que confiará en ti para que tú mismo mires debajo de la suya.
Amar es arriesgar a pesar de que se puede perder. Es aceptar que un
día pueda llegar a doler y, a pesar de ello, entregarse sin miedo y
apostarlo todo por un futuro a su lado.