Page 552 - JUNIO 2024
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Serás mi amor por siempre, no importa que el tiempo vaya en contra, que                     22
                  los días terminen en la ansiada espera, que tu boca desconozca el sendero

                  de mi cuerpo, que tu calor no abrigue mi frío.

                  ¡Si nos amamos que importa que nos separe el mismo cielo!

                  Caerán despacio las hojas del calendario, diciembre trae en sus pasos la

                  melancolía que se abraza a la nostalgia, y querré tenerte entre mis brazos,
                  besarte el alma con ternura, disipar aquella extraña soledad que envuelve
                  tu  figura,  recorrerte  con  mi  risa,  llenarte  la  mirada  con  los  detalles

                  hermosos, mientras te llevo de la mano al mismo cielo.

                  Y no entenderás mis miedos, romperás entonces el encanto, cayendo aquel
                  crudo llanto del mismo cielo.


                  La tristeza volverá conmigo, callaré y diré que ese es mi destino.

                  Se irá tu nombre escondido entre el sabor dulce  de mis labios, se irán
                  conmigo los tantos sueños que escribí por ti a diario, pasos lentos, mirada

                  extraviada, disimulo obligado que solamente el corazón entenderá.

                  No he de negarte lo mucho que te cielo, ¿acaso serviría a mi corazón la
                  hipocresía? ¿Mitigaría el dolor? – sería una blasfemia a este amor.


                  Serás  mi  amor  por  siempre,  el  destino  tejió  nuestros  caminos  en  un
                  encuentro, mientras en mi bolsa de retazos una agenda escrita, cargada de
                  años, hace tan lento mi andar hasta tus brazos.


                  Diré que te cielo, lloraré lo mucho que te extraño, esperaré paciente y si te
                  marchas y el olvido lo haces tuyo, escribiré poemas de amor en mi gastado
                  calendario.


                  Te cielo mi Begoña.

                  Hechizo de amor.

                  Eres la primavera que le da dulzura a estos versos, eres la mujer cuyas

                  manos tienen la delicadeza para aliviar mis tristezas, y las mías poseen el
                  amor  que  necesitas  para  endulzar  tus  proezas,  haciendo  del  paisaje  el

                  lienzo más hermoso reflejando tu belleza.

                  He recorrido mil distancias, pero ningún camino es tan bello como ir de tu
                  mano, he tropezado mil veces, pero ahí has estado siempre tú, cuando

                  gritaba de dolor, fuiste un apoyo constante…por esto doy testimonio de fe
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