Page 990 - JUNIO 2024
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escucharte  cuando  llegue  tu  sensibilidad,  para  apoyarte  cuando                       8
                  quieras realizar algo, porque sólo haces cosas hermosas.

                  Un rostro de Dios que no conocía encontré en ti, ese mismo Dios que
                  regala bendición a los que aman, cada mirada dulce tuya me recuerda

                  que amar debe ser un regalo del cielo que llega a la tierra, y que debe
                  rescatarse y cuidarse.

                  Rescatemos  también  los  besos  que  no  llegaron  a  nosotros  y  se
                  quedaron en el mar, si acaso están en el cielo dejémoslos ahí, alguna

                  razón tendrá para haber permanecido ahí en los días en que el sol fue
                  muy pequeño para nosotros, había mucho de ti por ese entonces.

                  -Todas las cosas están en ti-

                  En las calles de mi ciudad, y en los atardeceres del campo, por eso la

                  vida fue soportable y siempre hubo la esperanza de coincidir, traes
                  contigo toda tu dulzura, tu ternura de todas esas noches en que la luna
                  no te dijo nada y esperaste paciente que llegase una carta, pues no
                  podría llegar la flor que tuve en mi mano.

                  La distancia no pudo contra este gran amor que fue más grande.


                  Debes saber que te cielo, llevaré casi todas las gotas de lluvia que nos
                  mojaron en ciudades distintas, todas las letras de tu nombre, todas
                  nuestras cartas nos esperan.

                  Todo nuestro amor, y ya ninguna distancia...que nos separe.


                  Siempre mío, siempre tuya, siempre nuestro.

                  Desde mi rincón para ti.

                  Tu amor.

                  Nos hacemos falta.

                  Somos uno en dos, dos en un sólo amor.


                  Sentimos cada instante de sentimientos, compartiendo hasta el último
                  de nuestros deseos.

                  Quiero decirte que te necesito, que eres mi causa de existir, pues vivo
                  por  ti.  También  te  digo  que  te  debo  cada  segundo  de  felicidad,  de

                  sonreír, de mirarte absorto con ilusión.

                  Te debo mi fuerza, mi voluntad y hasta mis pensamientos.
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