Page 1092 - JULIO
P. 1092
Dios me tenía reservado para ti, y ahora todas mis penas, mis 13
canciones tristes pasaron hacer bellos versos y cartas de amor.
Dices que te sientes extraña sin mí, que nada de lo que te rodea
parece estar contigo.
Mi sentir es el mismo, todo lo veo como prestado, como que no es
mi tiempo, sólo vivo para poder encontrarme contigo, mientras
tanto sólo sueño y te abrazo en mis noches que se hacen eternas
sin ti.
Todo mi cuarto te nombra, todo lo que hay en mi entorno te
respira. Hoy, con la luz que entra por mi ventana imagino muchos
paisajes y tiempos que estaré contigo.
Mi cuarto ya no es el mismo, porque está rodeado de mis libros,
de mis cartas que te entregan un poco de mí en cada letra.
No sé si es verano o invierno, tú llenas de calidez todos mis
espacios y no sé vivir sin ti. No le temo a la niebla, no le temo a
los meses que pasan por mi calendario, porque en cada número y
mes tú nombre está grabado…
¡Cómo nos hace el amor…!
Nos pone más tolerantes, nos pone más melancólicos, pero a la
vez mucho más alegres.
El corazón late de prisa y sonreímos sin que nadie nos vea cuando
leemos nuestras cartas tan amorosas.
Quizás, sólo quizás, para los demás aquello que escribo no tiene
sentido, pero para nosotros lo es todo. ¿Nos amamos, ¿verdad?
Dentro de unos instantes estas palabras llegarán a ti, acudo al
llamado de tus ojos que también me extrañan.
Reconozco tu amor desde lejos, llegó de un futuro prometido como
tierra sagrada para dos, ahora que puedes leerme y ya no eres un
destinatario inexacto de mis cartas, quiero contagiarte la certeza,
esta certeza inexplicable de saber que no faltan años para
conocerte y encontrarte.