Page 1088 - JULIO
P. 1088
¡Cómo te reconoce mi cuerpo, cómo te anhela mi alma! 9
Todo me llama a ti, todo lo que mis sentidos perciben traen tu
rostro, tatuándolo a mi mente…
Aquella plazoleta, el parque, el olor del mar, esa melodía, ¡Tantos
instantes!…
Mas nada de todo ello sería importante, si no te tengo, porque tu
imagen les da valor a esos lugares.
Puedo con los ojos abiertos soñarte, y al tenerlos cerrados en
sueños adorarte, porque en tu ausencia nunca me faltas, estás
siempre presente en todos los detalles que hago.
Eres mi pasado, mi presente, mi futuro, ya nada queda ajeno a ti,
todo armoniza cuando siento tu cariño, cuando me dices cerquita
que me quieres, eso me basta.
Cuando te acurrucas a mi lado y te mimo, esa sonrisa en tu boca,
es el mejor regalo que recibo.
Nuestros largos diálogos sinceros, hacen que seamos amigos,
cómplices, locos amantes enamorados.
Tú eres el motor de mi existencia, el eje de mis pensamientos,
juramento de amor que delinea mis pasos.
Eres ruego de bienestar al Creador cada día al despertarme, y por
las noches tu nombre es oración al cobijarme.
Eres razón de toda virtud, porque al sembrar amor en mí, me
forjaste como un ser mejor.
Gracias mi tesoro por estar en mi vida, por dejar que derrame en
ti todo este amor que por ti siento.
Enamorado por siempre… Siempre te amaré.
Cada vez que te escucho.
Son ya mil momentos de amor los que hemos compartido, son mil
instantes juntos y muchas palabras las que nos hemos dicho con
música del corazón lo que sentimos.