Page 1177 - JULIO
P. 1177
¿Sabías que eres el regalo más grande que he recibido, y que has convertido 20
en una maravilla cada día de mi vida?
Pues eso eres para mí, el mejor regalo de la vida, y he intentado la manera
de decírtelo todo el tiempo y la única frase que iguala esa idea es cuando
te digo que te cielo.
Todas las veces que lo menciono es cuando más cerca me siento de ti
porque mi alma se libera de este cuerpo y va en tu búsqueda, pues mi alma
no quiere otra cosa que unirse a la tuya, estar tan cerca de ti que nos
volvamos sólo uno y eso es posible cuando te expreso lo que llevo en mi
pecho, ese caudal infinito de amor que yace allí por ti y para ti.
Quisiera poder estar allí contigo, abrazarte y besarte con mucho amor.
Quiero decirte que aquí estoy, que cuentas con mi apoyo y mi
comprensión.
Yo quiero ser el refugio donde te resguardas cuando sientes miedo, cuando
estás cansado, o cuando tan sólo necesitas caricias y los besos de mis
labios.
También te digo a través de un te cielo, que mi anhelo de tu presencia es
inmenso.
Que todas las luces del cielo me recuerdan tu rostro y cuando ellas
parpadean es cuando más sonrío porque te veo iluminándome con tu luz.
La misma luz cálida y suave que percibo de tu mirada, mirada que me
envuelve por completo.
Tú eres la otra mitad de mi corazón, mi par, mi complemento… Mi
necesidad de ti es mucha.
Mi corazón palpita tu nombre todo el tiempo.
Eres tú lo primero que pienso y lo último que recuerdo en cada día. En mi
mente tan sólo estás tú.
Mis ojos se iluminan al verte y mi ser se emociona al escuchar tu voz, así
es mi querido amor. ¿Cuánto falta para que tus ojos se encuentren con los
míos? No lo sé, pero te siento tan cerca ahora mismo que el tiempo ya no
importa.