Page 1172 - JULIO
P. 1172

- Que Dios cuide mucho a mi amor... y también a mí; pero un poquito más                     15
                  a mi amor ... ...porque la cielo...

                  Es un pensamiento inevitable que surge de muy dentro de mí, ahí donde te

                  has metido con tanto amor.

                  ¿Estoy loquito? Sí, y muy enamorado de mi mujer.


                  Te cielo tanto…

                  Tu amor que mucho te extraña... y te ciela.

                  Te amaré mi amor, eternamente.


                  Hoy desperté como hago siempre, deseando tu cuerpo y tu voz, añorando
                  en este espacio mío tus caricias que han sido aliciente y razón para esos
                  versos  que  escribo  cuando  busco  estar cerca  de las  olas  y pienso  en  el

                  regreso.

                  Hoy, después de enfrentarme al desafío de otro día en este extraño lugar
                  llamado "Mundo" comprendí una vez más, que en el corto tiempo que nos

                  toca vivir lo único que realmente importa es el amor.

                  No ese amor a alguna estrella que adorna con su luz la oscuridad de la
                  noche, ni el amor por un árbol cuando sabemos que alguien por motivos

                  egoístas desea cortar.

                  Cuando te hablo de amor amada mía, siempre quise y quiero decir;  la
                  verdad que siento nacer muy dentro, cuando emoción, fantasía e inmenso

                  caudal  de  sentimientos  se  unen  y  llaman  como  en  sueños  tu  hermoso
                  nombre.

                  De pronto, entre primaverales campos te encuentro, no pienso más en la

                  llegada del invierno o de tormentas que dejan a su paso huellas de tristeza
                  y soledad.

                  No pienso en el caer de otra página del llamado Calendario ni me importa

                  que cada cual viva en la carrera inacabable de hacer esto o aquello.

                  Solamente  importa  tu  presencia  en  mis  días,  tus  caricias  al  momento

                  exacto de la entrega, el unir de nuestros labios en el nuevo comienzo de ese
                  viaje que sabemos emprender tú y yo.
   1167   1168   1169   1170   1171   1172   1173   1174   1175   1176   1177