Page 1467 - JULIO
P. 1467
Boca arriba, bajo la noche, misterio de estrellas y tú, es hora de escribir que 8
no te vayas de mi lado, decidir qué debo pedirte que nunca lo hagas, debería
fumarme algún cigarro y tomar un tequila antes de continuar
escribiéndote, como en las películas de escritores y poetas, pero me
saldrían frases más literarias que sinceras, además yo no fumo, tomo muy
poco y sufro mucho de un desasosiego que me invade cuando compartimos
esta ausencia que no tiene nada de cinematográfico, -quédate siempre a mi
lado-, te lo escribo aunque no tenga banda sonora de fondo, que
permanezcas te pido, canto la canción que dijiste te hace recordarme , y
hay en mi voz matices nuevos.
Quiero escribir con ternura esta noche, la ternura es invaluable cuando nos
visita aunque se quede breve tiempo, permite inventar alguna oración de
amor que luego olvidamos para poder concebir otras, cuando la distancia
lesiona de a poco la esperanza, sí , escribirte, ahora que ésta dormita entre
mis manos con sólo evocarte, que no se escape antes que pueda escribir un
-te necesito- contundente, en el sitio exacto de esta carta, junto a mí, un
arpegio en la guitarra sueña robar tu atención, y un verso en mi cuaderno
ha enmudecido hasta no verte, esta desnudo mi insomnio, es verano
cuando las hojas de los sauces juguetean con el verde.
No eres azar, nada de ti es ficticio, hay un Dios que dice que te conoce...
cada que tiene ocasión, me cuenta, o me inventa extractos de tu vida, para
que no me desvíe del camino que lleva a ti, hablemos de mi vida, pero sin
nostalgias, luego cuéntame dónde estabas cuando la luna parecía
enamorada de la tristeza, cuando sabiendo que existías sospechaba que
sería difícil hallarte, el sol está al otro lado, más allá del océano, llueve un
poco afuera, en un fraccionamiento de casas idénticas hasta en las goteras,
es momento de continuar tu carta y contarte que te extraño que me
gustaría una casa lo más parecido a un hogar, quizás algún día conozcas
mis cabellos despeinados a la hora de levantarme, esa manía de bañarme
con agua fría hasta en invierno, mis desvelos leyendo libros hasta altas
horas de la noche, mis cuadros sin terminar.
Sí, la noche acaricia el pasto húmedo, ese hogar parece un poco lejano pero
factible, tu beso parece cifrado pero posible, nunca improbable, pasan las
noches por nuestras bocas intactas, nuestras caricias imaginadas, quiero
que sigas leyendo esta carta, no hay punto de regreso, debes saber que
también te necesito, que no quiero huir hacia delante, ni hacia atrás, es