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En el jardín de tus ojos, mi amor, me pierdo yo, donde la luna se esconde y el sol se vuelve rojo.
Tu risa, dulce melodía que en sueños desenfoco, es el faro que, en mi noche, mi corazón provoco.
Amar es un viaje, un vuelo sin motor, un paso en el abismo, un grito en el silencio, pero contigo, mi bella, es solo un susurro al
viento, una caricia suave, un eterno resplandor.
En la pálida arena de tu piel encuentro solaz, donde mis dedos dibujan promesas de eternidad, y en el susurro de tu voz, mi
febril ansiedad, descubre en cada palabra, un nuevo compás.
Eres mi luna, mi sol, mi mar y mi cielo, mi risa en los días grises, la paz en mi desvelo. Eres mi todo, mi nada, mi siempre y mi
deseo, mi refugio, mi hogar, mi dulce consuelo.
Eres, en fin, el latido que en mi pecho resuena, la melodía que en mi alma eternamente suena.
Eres mi sueño, mi despertar, mi única quimera, mi principio, mi final, mi hoy, mi siempre, mi espera.
Amarte a ti, mi amor, es mi mayor empeño, un desafío, una lucha, un sueño tras sueño. Y aunque el camino sea incierto, y a
veces da miedo, junto a ti, mi amor, todo vale el empeño.
Por eso, te entrego este poema, mi amada, como un humilde tributo a nuestra amada alborada, una promesa eterna, una luz
dorada, que, en el jardín de tus ojos, mi amor, siempre será recordada.
En el cielo de tus ojos me he perdido, tu risa es mi faro, mi camino.
Por ti, dulce amor, todo he vencido, y en cada gesto tuyo, encuentro mi destino. Bajo la luna y las estrellas, este amor aflora, y
cada día que pasa, más te adoro.
Eres mi paz, mi vida, mi señora, mi corazón al tuyo, siempre implora. Tu amor es como un río, siempre fluyendo, mi corazón es
un barco, siempre remando.
En tu amor, mi vida va creciendo, y en tus brazos, mi mundo va girando.
Por ti, mi amor, todo lo daría, tus besos son mi sol, mi melodía. Eres mi todo, mi amor, mi poesía, sin ti, mi vida sería solo un día
gris y fría.
Eres tú la razón, por qué y motivo de mi vida.
Eres tú el pretexto y la excusa que tengo, para luchar y hacer planes, pensando solo en tenerte.
Eres tú mi inspiración, eso por lo que rompería esquemas, recorrería kilómetros, sin cansarme, solo para tener una mirada tuya
o un beso, si no fuera mucho pedir.
No sales nunca de mis pensamientos, de mi mente y mudaste permanentemente a mis sueños.
No sé de qué manera te abriste paso y te metiste dentro de corazón y ahora espero pacientemente a que entres en mi vida.
Eres tú para mí, lo único, lo primero, lo último, eso que necesito en mis mañanas, en mis días y en mis noches.
Eres tú lo que quiero tener aquí a mi lado, por siempre en mi existir, hasta el infinito y más allá.
Eres tú la razón y el motivo de mi vida y de mis sueños.
Las estrellas brillan en tus ojos, mi amor, en esta noche clara, eres mi mayor favor, mi corazón late por ti, con fervor, con tu
presencia, todo tiene más sabor.
Eres mi sol brillante, mi sueño de color, me iluminas, me das vida y calor, eres mi alegría, mi risa, mi humor, mi paz, mi vida, mi
eterno candor.
Tu sonrisa, dulce brisa, alivia mi dolor, tus palabras, melodías, son mi mejor licor, tus caricias, mi refugio, mi protector,
contigo, mi amor, todo es mejor.
Por siempre, juntos, es mi clamor, mi promesa, mi voto, mi mayor honor, mi amor por ti, no tiene precursor, eres tú, mi vida, mi
único amor.
En un rincón guardado de mi mente, donde se entrelazan sueños y recuerdos, aún vive tu imagen, dulce y ardiente, como un sol
que ilumina mis senderos.
En el mundo, buscándote, me perdí, en cada rostro, en cada amanecer, pero en mi corazón siempre te sentí, como un faro en la
niebla del querer.
Eres la melodía en mi silencio, el lienzo en blanco que ansía mi pincel, la luna que en la noche brinda consuelo, el agua fresca que
calma mi sed.
Aunque el tiempo y la distancia sean crueles, y la soledad, un lobo feroz, mi amor por ti, como eternas estrellas, brilla en el
firmamento, y siempre lo hará.
Porque eres mi sueño, mi realidad, mi principio y final, mi todo, mi paz, y aunque no estés aquí, mi amor no se va, como el río que
al mar siempre regresará.
En la distancia que nos separa, mi amor, desde el alba hasta el resplandor, te pienso cada día, mi dulce flor, deseando ser tu
eterno protector.
En cada estrella que brilla en el mar, veo tus ojos, mi luz a desear, aunque distantes, no dejo de soñar, que pronto juntos
vamos a estar.