Page 1688 - JULIO
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Sí porque cuando me piensas, te conviertes en mi ángel, y me salvas sin yo
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                  darme cuenta, de peligros indivisibles, más que un amor lejano, cuando me

                  piensas te conviertes en ángel cercano, de pequeños conjuros y grandes
                  milagros que delatan mi existencia sobre tus ojos.

                  Sí,  cuando  me  extrañas,  por  los  mismos  lugares  paralelos  donde  yo  te
                  extraño,  entiendo  que  estar  vivo,  es  estar  junto  a  ti,  que  sólo  tú

                  comprendes lo que soy cuando me pongo a juntar para ti frases de amor
                  entre mis manos, sólo son mis manos y están lejos, sólo frases de amor y
                  están lejos, pero debes saber que yo te tengo cerca desde que descubrí
                  que resguardabas muchos fragmentos de mi destino, que tú eras uno de esos

                  fragmentos y eras a la vez todo, lo más importante, porque eres tú la que
                  llegó como un contiguo beso de mayo en el lapso idóneo para que yo con toda
                  la fuerza del entendimiento descubriera que te amaba.


                  El  verano  y  el  invierno  simultáneos,  nos  miran  cautelosos,  quizás  nos
                  desconocen, quizás nos reconocen, como tú me reconoces.

                  Esa otra tú y ese otro yo que éramos, antes de coincidir por el camino ¿te
                  acuerdas?  y  que  nos  reconocemos  en  cada  beso  inédito  que  no  llega  a

                  nuestras bocas.

                  Y yo.

                  Te reconozco también, como si ya hubieses leído esta carta antes, como si

                  mis manos ya hubiesen dormido entre tus cabellos, te reconozco en el silencio
                  que me das a beber de ti, para que pueda aprender a susurrar te cielo, así
                  como lo haces tú cuando sabes que necesito de esas dos palabras por sobre
                  todas las cosas que puedas decirme.


                  Si acaso es mentira, este día sin voz, todos estos días sin voz, transcurriendo
                  oblicuos, si acaso también son mentira estas tardes, casi sin luz y sin aire, si
                  acaso  son  de  mentira  todos  los  días  que  fingen  felicidad,  este  amor  es
                  verdad y esta carta es cómplice y testigo murmurante que no tiene otro

                  rumbo que no sean tus ojos.

                  Te cielo, como cielo algún fragmento de tu soledad que te hace evocarme,
                  te cielo como cielo esta espera exacta que me llevó a tus brazos y no a
                  otros.


                  Así te cielo.
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