Page 1821 - JULIO
P. 1821
Tan sólo deseo ser esa sombra que no se aleja de ti, aunque corras al 21
fin del mundo, porque hasta ahí mismo me tendrás.
Ambos, juntos, en latitudes opuestas, que al final sólo son fríos
números que algún día dejarán de serlo.
Espero no cansarte con estas cartas, pero las he tenido acumuladas
por mucho tiempo, con fecha cambiadas, pero con el mismo sentir que
no cambia, porque lo que sentía antes por ti lo siento hoy o más que
nunca, con mucha más fuerza, pero también con un tinte especial, con
una visión más clara y consciente.
Te cielo, aunque escribirlo suene algo seco, o esté redundando en
ello… te cielo.
Hasta pronto amor mío, te veré en la próxima carta que te envíe, la
recibirás con nuevas palabras, un corazón de latidos renovados por
ti, y pensamientos sincronizados con los tuyos.
Te envío mis mejores deseos y todo mi amor, esperando que, aunque
hoy aún no pueda verte y abrazarte, estas palabras pudieran animar
tu día, hacerte sentir amada y adorada.
No podía dejar pasar esta oportunidad de asegurarme que tuvieses un
gran día.
Mis oraciones ruegan por ti, que estas palabras lleguen a ti, toquen tu
mente y corazón, y encuentren buena cabida y acogida en ti.
Hasta pronto mi amor.
Mía por siempre y para siempre.
Desde mi rincón para ti.
Tu amor.
Carta a mi esposa
Eres mi esposa, pero de ti haré una princesa, porque en ti me apoyo,
en ti pienso, en ti confío y en ti veo mi presente y futuro.
Llamarte mi esposa, es pensar que te pertenezco, que tuyo es mi
corazón, mi vida, mis palabras, mis pensamientos, mis ilusiones, mi
felicidad, mi respeto, mis planes y mis proyectos.