Page 495 - JULIO
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Te  soñé  una  noche  tardía,  en  el  amanecer  de  mis  amoríos,  cuando                  8
                  solamente  pensaba  en  encontrar  aquella  persona  que  mereciera  todo

                  cuanto llevo dentro.

                  Te soñé y desperté del sueño bañado en sudores fríos, temeroso de no
                  encontrar jamás el amor que hoy duerme conmigo.


                  Te soñé un día, sí, y ahora resulta que vivo el sueño. Caminas a mi lado,
                  besas mis miedos y velas mis noches.

                  Sonríes cuando tropiezo justo antes de tender la mano de nuevo, antes de

                  preocuparte, antes de romper los moldes de lo que hasta hoy creía bueno.

                  Llegaste tú y comprendí que todo lo que había vivido no eran más que
                  mentiras, amores que no llegaban a ser amores, felicidad fatua que volaba

                  de mis manos en cuanto soplaba una leve brisa, humedeciendo mis ojos
                  con lágrimas que, por aquel entonces, no entendía.

                  Pero ahora entiendo.


                  Ahora comprendo que lo que mis ojos lloraban era la espera. El camino que
                  tuve que recorrer hasta llegar a ti.

                  Lloraban  lágrimas  de  frustración  porque  en  el  fondo  sabían  que  todo

                  aquello no era sino una ínfima parte de lo que un día me darías tú.

                  Por eso, lloraban. Por eso, ansiaban tu llegada y me avisaban así de que
                  aquello no era lo que yo merecía.


                  Sé que vivo un sueño. A veces me pellizco con miedo a despertar, a perder
                  en un momento tanto amor, tanta felicidad.

                  Me pellizco y suspiro de alivio cuando mis ojos siguen perdidos en los

                  tuyos, cuando tu mano en mi mano aprieta fuerte y el mundo sigue girando
                  en torno a ti, a tu sonrisa, a tu mirada.

                  Sonrío entonces y sé que no despertaré jamás, que no hay mañana para

                  despertar más allá de tus brazos, que tu abrazo será siempre el único lugar
                  en que perder las horas, robarle a la vida tiempo.


                  Te  soñé  y  hoy  te  sueño.  ¿La  diferencia?  Que  antes  corazón  e  ilusión
                  dormían, esperando el momento en que llegaras a mi vida y así despertar
                  para vivirte, para coger fuerte tu mano y ser feliz.
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