Page 498 - JULIO
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Amar es darlo todo, vaciarse cada día y volver a llenarse una y otra vez                    11
                  con el amor y la alegría que te regala tu pareja. Es estar con alguien y al

                  mismo tiempo ser libre para poder elegir seguir enamorándote cada día de
                  la misma persona. Té cielo mi Begoña.

                  Tú


                  Puede que la vida sea mía, pero hace tiempo que tú te has convertido en
                  mi motivo y mis ganas de ser feliz. Pasa el tiempo y la ilusión se mantiene
                  intacta en lo que a nosotros se refiere.


                  Seguimos luchando por encontrar el camino en la oscuridad, con los ojos
                  cerrados y el miedo en los dedos cuando rozamos cualquiera de los ecos de
                  fracaso que vuelvan a nuestro alrededor. Sin embargo, tu mano en la mía

                  calma  mis  dudas  y tus  labios  me  hacen  soñar  con  un  mañana  infinito
                  perdido en tus besos.

                  Me sostienes la mirada y me retas, me empujas a vivir cada día un poco

                  más intensamente mientras pasan las lunas y sonríen, crecientes, cuando
                  no llenas de la luz que refleja tu mirada.

                  No lo sabes, o quizá sí, pero para mí el futuro se resume en dos letras: tú.


                  La  pieza  que  completa  mi  puzle  inacabado,  tan  complicada  y  única  al
                  mismo tiempo.

                  Tú, que, sin ti, no hay yo que valga. Por eso, por duro que sea el camino y

                  negras las sombras que acechen, mientras tu mano sostenga firme la mía,
                  no habrá mañana para mí que no sea a tu lado.

                  Té cielo mi bombonet.


                  Seamos uno

                  Seamos  el  verso  fugitivo  de  unos  labios  que  aprendieron  a  besar  por

                  primera vez de nuevo, las caricias temblorosas de unas manos incapaces
                  de perder el miedo mientras desnudan alma y cuerpo. Seamos aquello que
                  una vez soñamos, hagamos de tu cuarto universo y de tus lunares cada

                  una de las estrellas de mi cielo.

                  Volemos alto, tanto que las nubes se lleven el sudor de nuestros cuerpos y
                  allá arriba me pregunte cuándo te convertiste en diosa, capaz de volver
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