Page 670 - JULIO
P. 670
Te cielo tanto…
7
Tu amor que mucho te extraña... y te ciela.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
nuestro. Te cielo mi Begoña.
(Tú me haces amarte cada día más)
¡¡¡ TE CIELOOOOO MI BEGOÑA!!!!
Mi querido amor...
Mis palabras pueden parecer las mismas que las de otros días.
Los términos usados pueden ser iguales, pero como tú misma siempre
lo has hecho notar, el sentimiento es nuevo cada día: más sublime, más
tierno y más hermoso.
Entonces con sonrisa en los labios entrego mi alma a la reflexión, al
pensamiento que en mí provoca el tan sólo mirarte, el tan sólo
contemplarte en aquella foto que de ti conservo.
Suspiro y un millón de versos vuelan a velocidades extremas en mi
mente, entonces detengo a alguno de ellos en su marcha, tomo el verso
y lo plasmo en un pergamino de amor donde escrita podría estar
nuestra historia, como una de aquellas edades épicas cuando el
caballero a los pies del balcón de su dormitorio no dejaba de dirigirse
a su bien amada, a su doncella, con poemas de gloria y perpetuidad.
Es que este amor que sentimos podría asemejarse a aquello o a algo
mucho más hermoso, más romántico.
Podría decirse que somos una escena misma de amor que se repite
cada día cuando nos encontramos, cuando nos dirigimos las palabras,
los pensamientos, los sentimientos, y nos envolvemos con cada "te
cielo" que salen de nuestras mentes y nos las enviamos como un
tributo al cielo, como diciéndole al viento mismo que dirija nuestro
sentir por sus olas mismas que hemos conformado con nuestros
suspiros para que felizmente lleguen al destinatario esperado en la
distancia: nosotros mismos.
La mente es ilimitada mi amor, lo mismo que los felices latidos en
nuestros corazones.