Page 676 - JULIO
P. 676
¡Cómo nos hace el amor…!
13
Nos pone más tolerantes, nos pone más melancólicos, pero a la vez
mucho más alegres.
El corazón late de prisa y sonreímos sin que nadie nos vea cuando
leemos nuestras cartas tan amorosas.
Quizás, sólo quizás, para los demás aquello que escribo no tiene
sentido, pero para nosotros lo es todo.
¿Nos amamos, ¿verdad?
Dentro de unos instantes estas palabras llegarán a ti, acudo al llamado
de tus ojos que también me extrañan.
Reconozco tu amor desde lejos, llegó de un futuro prometido como
tierra sagrada para dos, ahora que puedes leerme y ya no eres un
destinatario inexacto de mis cartas, quiero contagiarte la certeza, esta
certeza inexplicable de saber que no faltan años para conocerte y
encontrarte.
Siempre estuvo en mí esa certeza de encontrarte, siempre fue profunda
como tu mirada, así de clara, sólo una vez me faltó y por esos días
llegaste, y cambiaste mi vida para siempre.
Esta carta está siendo enviada para no aspirar tu ausencia, ya no
quiero caminos que no me lleven a ti.
Suena la vida por la ventana, suena una canción en los árboles, es el
gorrión que hace una sinfonía con sólo siete notas… quizás no
conoces los gorriones, quizás sí, pero no conoces cómo cantan de este
lado del atlántico.
Tampoco sabes que cada vez que vuelves, aunque sea en pensamiento,
ese es un instante mágico.
También me sucede cuando pronuncio tu nombre cada vez que termino
de escribir tus cartas.
(Tú me haces amarte cada día más) Siempre tuyo… siempre mía…
siempre nuestro.
Desde mi rincón para ti.
Te cielo vida mía, gracias, muchas gracias por permitirme el amarte día
a día, noche a noche. Te adoro vida mía…