Page 679 - JULIO
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Al mirarte sentía ese calor, esa energía que se plasmaba en las 16
paredes del corazón con firmeza.
Tus palabras que al oído me decías, es tiempo, es tiempo de volver a
empezar...
¿Cómo agradecerte? No sé... Sólo se me ocurre decirte hoy ¡cuánto te
cielo!, que me hiciste volver a creer que mi corazón al igual que una
flor en primavera floreció...
Hoy me doy cuenta de la cantidad de amor que todavía tengo para dar.
Aprendí que a una mujer hay que saberla amar, hay que cuidarla como
se cuida una rosa... que hay que amarla y decirle cuanto uno la ciela,
sin vergüenza ni pena, que hay que valorarlas y darles su lugar.
De qué sirve ser lindo por fuera si se lleva lo peor por dentro...
Hoy quiero gritar a los cuatro vientos cuanto te cielo. ¡Cuánto te cielo!
Si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo.
Ya no tengo palabras por tanto agradecimiento, hay algo que no se
debe perder nunca y es la fe, la esperanza de ver nacer un nuevo
amanecer.
Siento cuando en un susurro en voz tierna me dices cuanto me cielas,
cuanto me quieres...
Y eso hace que mi corazón se quiera salir de su lugar, que tú eres mi
todo, que tú eres, mis ganas de vivir.
Hoy quiero decirte que no te extraño porque estás en mí siempre, estás
en el aire, en el Sol, en las estrellas... es simple, son sencillas, estás en
lo más profundo de mi corazón.
Por ti, para ti y por siempre, te cielo...
Un día no muy lejano.
Mi amor.
Nuevamente llegó una noche en la me hace mucha falta tu presencia.
Después de ver tantas lunas y estaciones pasar en soledad, me vuelvo
a reencontrar con este cielo infinito de hermosas estrellas, creando
ante mis ojos un hermoso paisaje para volver a comenzar con mis
letras, esas que nacen de este corazón enamorado.