Page 83 - JULIO
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Mi corazón muchas veces siente la pesadez de la lejan ía, no lo puedo negar
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y muero por abrazarte, por mirarte una vez… y as í es el amor de lejos,
ía
amor de muchas horas de espera, pero qué bello es amarte, no cambiar
nada de ti, y nada de nosotros.
Este amor nació as í desde lejos y sólo te digo «algún d ía estaré contigo».
Y me vuelve pronto la ilusión porque cuando se ciela como nos amamos no hay
nada que nos pueda separar, este amor ya está bendecido por Dios, sólo nos
queda esperar que un d ía vengas por m í.
Me siento totalmente seguro de este amor porque me has demostrado que
para ti soy lo primero; Como lo eres tú para mi… Sueño con tus besos, tus
caricias, tus palabras, tus pensamientos, tus anhelos… todos ellos son como
alimento para m í.
Tu dulzura y tu presencia son mi aire para vivir. Mi amor, gracias por
hacerme sentir as í, gracias por dejarme estar a tu lado, pero, sobre todo,
gracias por hacerme feliz.
Amor, te necesito cada d ía de mi vida, ya es imposible escapar de ti, de tus
palabras, de tus mimos y de tantos detalles que siempre tienes para m í.
No me importará amor, esperar el tiempo que sea necesario pues cada
minuto, cada hora, cada d ía te cielo más y más, cada momento hace que mi
deseo por ti sea cada vez mayor.
Te cielo tanto… Siempre tuyo, siempre m ía, siempre nuestro…
Envuelto en tu amor…
Con la llegada de cada amanecer, todo mi ser te anhela, esperanzada de
verte llegar a mi vida y envolverte entre mis brazos con amor.
Ansiando ser completamente tuyo en cuerpo y alma, deseando darte mi vida
entera… ser como un niño entre tus brazos y que me vuelvas loco con tus
besos, ser ilusión y vida.
Pero estás tan lejos amor que la distancia hace que mi corazón se torne
melancólico, triste, con esa tristeza caracter ística de un ser que habiéndose
enamorado del amor se sienta a contemplar la luna -cómplice de los
enamorados y de los sueños que solemos tener- para acercar esta distancia
que atrapa mi vida y me hace suspirar añorando tenerte conmigo.