Page 923 - JULIO
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Todas mis locas cartas de amor sólo tienen un destino...y eses eres tú, mi
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                  único amor.

                  Hasta pronto mi único amor: Que la mañana que se asoma en tus ojos te

                  recuerde que hay alguien en el horizonte que siempre piensa en ti, hasta
                  que ambos nos tengamos como compañeros eternos al final de este largo
                  tiempo.


                  Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro este amor...

                  Desde mi rincón para ti,

                  Tu único amor.

                  ¿Sabes? Hoy amanecí con una duda...


                  ¿Por qué te cielo tanto?

                  ¿Por qué Dios te puso en mi camino?

                  Quizá te pueda decir porque eres muy bella, quizá te pueda decir porque

                  eres muy tierna, quizá te pueda decir porque sólo tú me has de dar el
                  cariño y amor que siempre anhelé.

                  Todo lo que te digo es muy cierto, pero… ¿te cielo por eso?


                  Muchas veces se lo he preguntado a mi corazón.

                  Su respuesta fue… la cielas por ser la persona más dulce y por tener el
                  corazón más blando de este mundo.

                  Es verdad, mi corazón tiene mucha razón, pero.... no contento con eso fui y

                  le pregunté a mi mente la cual me contestó: “es simple, la cielas por su
                  delicadeza, por su inteligencia y porque es la única que te escucha y parece
                  entender cada palabra tuya”, muy buena respuesta ¿no crees? pero… ¿es

                  por eso que te cielo?

                  Es muy cierto, te cielo por todo lo que digo, pero… ¿es razón suficiente
                  para amarte?

                  Quise  preguntárselo  a  mi  espíritu,  entonces  me  puse  a  meditar,  cuando

                  vagando estuve por el mundo al fin me encontré con mi espíritu, que por
                  cierto lo encontré muy triste, pero feliz a la vez le pregunté qué era lo que
                  le pasaba, el sólo me dijo: te estuve esperando sabía que llegarías a mí y

                  gritó al cielo ¡gracias mi amor! ¡gracias Dios!, me sorprendí totalmente.
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