Page 924 - JULIO
P. 924

Mi espíritu me dijo: “Sé a qué vienes, lástima que hayas venido hasta acá
                                                                                                              12
                  para saber tu respuesta… ¡pues mira!... La respuesta está frente a ti” …

                  quedé atónito, no sabía a qué se refería.

                  "Sabes… por eso estoy triste, porque la respuesta camina junto a ti cada
                  minuto de tu vida", yo aún confundido miraba a todos lados sin encontrar la
                  respuesta, mi espíritu me sacudió de los hombros y me gritó: “¡Mira a tu

                  alrededor!”, entonces cuando volví en sí, me di cuenta que la respuesta era
                  mi espíritu, mi alma.

                  Desde que te conocí sentí que mi alma volvió a mí, sentí que esa parte que

                  había perdido regresaba a mi lado, sentí que desde que te conocí soy el ser
                  más completo de esta vida, hoy son muchos ya los días de estar a tu lado,
                  días de infinita alegría, meses de locuras por verte,meses que parecían
                  décadas, en verdad te doy gracias por dejarme conocerte tal y como eres,

                  por darme permiso de explorar por cada rincón de tu vida y hacer mías las
                  fantasías más cohibidas.

                  Te doy gracias por dejarme saber que existes, por dejarme pensar que

                  como  yo  nadie  podrá  amar,  por  darle  las  respuestas  más  obvias  a  las
                  preguntas más complicadas sobre mi vida.

                  ¿Por  qué  te  cielo  tanto?  Es  muy  simple  mi  amor…te  cielo  tanto  por
                  dejarme reencontrarme conmigo mismo, con mi espíritu, con mi alma.


                  ¿Por qué Dios te puso en mi camino?... sencillamente, porque sólo alguien como
                  tú podría llenarme de felicidad.

                  Pero…  sí,  no  hay  duda  que  encontré  las  respuestas,  aunque  me  hayan

                  dejado otra duda.

                  ¿Acaso tú no eres mi alma?... puesto que, ¿acaso no era a ti a quien buscaba?

                  Sé que encontraría la respuesta, pero esas respuestas me traerían más
                  preguntas y quien sabe… mi última sería si yo soy tú o si tú eres yo.


                  Tal vez lo único que logré con esta carta es confundirte más y más, pero…
                  entiende lo que escribí…

                  Lo único que entiendo es que te cielo, nunca lo dudes: ¡te cielo!


                  Y que pase lo que pase siempre será así, pues desde que te conocí vivo para
                  ti, moriría por ti, a Dios rogaré por ti y hasta en tu marioneta me convertiría
                  por ti.
   919   920   921   922   923   924   925   926   927   928   929