Page 21 - Cuentos para el científico que llevas dentro

El Señor Burbuja llega a la Tierra
Norma Flores Holguín
El Señor Burbuja llegó a la superficie de nuestro planeta una mañana muy calurosa. Había sido un viaje agotador y estaba cansado. Pero, además de cansado, se sentía muy extraño. Como si estuviera inflado de más, sentía que no cabía en su pequeño cuerpo. Sí, ¡cuerpo de burbuja! El pobre Señor Burbuja no sabía qué le ocurría, en su planeta nunca se había sentido así, solo aquella vez en que su hermana Katiana lo infló demasiado por estar distraída jugando con su gata.
Por supuesto, lo que pasa es que en el planeta del Señor Burbuja nunca varía la temperatura y al llegar aquí, se encontró con una ciudad muy calurosa. Lo que sucedía es que estaba dilatado, es decir, sufría de una pequeña deformación producto del aumento de la energía de los átomos de su cuerpo, los cuales respondían al aumento de la temperatura de esa calurosa mañana. ¡Pobre Señor Burbuja, no podía ni caminar! Todos hemos pasado por algo parecido, cuando hace mucho calor y sientes que no te quedan los zapatos. O que al doblar las manos sientes que la piel no te alcanza y te aprieta... Pues bien, eso es dilatación... pero el visitante y explorador recién llegado no lo sabía.
Lo peor vino por la noche. Cuando al fin el Señor Burbuja comenzó a sentirse normal nuevamente, de pronto, la superficie de su cuerpo empezó a quedarle grande: ahora estaba sufriendo una contracción del volumen de su cuerpo. En este lugar las cosas son extrañas. De día hace mucho calor y de noche hace frío. El Señor Burbuja pensó: “espero sobrevivir”. Estaba muy preocupado pero también tenía mucho sueño, así que se quedó dormido.
A la mañana siguiente, el Señor Burbuja ya se sentía mucho mejor, así que decidió salir a explorar. En ese recorrido, fue donde conoció a quien sería su mejor amiga aquí en la Tierra, Vic, una niña de 10 años que lo saludó extrañada por su apariencia, pero también con mucha curiosidad. Él le explicó que venía a explorar nuestro planeta y decidió que ella sería su guía. Vic aceptó muy emocionada. “Yo te ayudaré en todo”, le dijo. Él
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