Page 29 - Hildebrant en sus Trece 01.10.2021
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e incluso  me llamaba para avanzar  la   casualidad. Bajamos en la esquina, dijo   las sabanas del Congo y tomó el primer   con expresión  de  cansancio.  Odio los
       revista. Estoy en mi casa y Rocío no es-  Paul. Vamos a tomarnos un trago si  el   barco que partía hacia cualquier parte.   aviones, me dan pánico. La otra vez tomé
       tará, vente. Pero un buen día se levantó   destino ha querido reunirnos, te invito.   Un día que paseaba por La Punta, recién   un vuelo a París en el Jorge Chávez y me
       de la pequeña mesa del comedor, sudo-  ¿Estás resentido conmigo? –preguntó   arribado al Callao, conoció a una inocen-  pasé de vino y clonazepán. Nadie me avi-
       roso y delirando por la fiebre: No puedo   Paul ni bien el mozo nos trajo los prime-  te muchacha, mi madre, e hizo con ella   só de que ya estábamos en el aeropuerto
       más, confesó con expresión angustiada.   ros whiskies  en un sucucho  de  la calle   una segunda vida…       Charles De Gaulle y desperté en Frank-
       Perdona, pero me voy a echar a la cama.   Berlín. Obvio, creo que no defendiste lo   Tengo un motivo para brindar,  dijo   furt  como un  homeless en  el primer
       Mejórate. En la puerta me encontré con   suficiente nuestra revista ante las bacte-  Paul con modestia y al calor de un cog-  mundo. Me arranqué a reír. Esas cosas
       Rocío. Está muy mal, me confirmó, ha-  rias de la institución. Paul bajó la mirada.   nac. Viajaré por primera vez a Francia y   sólo te pasan a ti, Paul… Felizmente Ro-
       brá que operarlo.                   Es verdad, pero a veces hay que retroce-  veré a mi hermano después de casi trein-  cío no se enteró de mi torpeza ¿Y cómo es
                                           der un paso para avanzar dos. Nada, ese   ta años. Me han invitado a conferenciar.   tener 20 años de casado? –pregunté con
       TRES                                es un  lugar  común de un estratega  ba-  ¿Y has preparado algo? Sí, una ponencia   escepticismo.  Paul se  puso  pensativo  y
         Los días pasaron lentamente y la re-  rato. Paul se echó a reír. Podemos tener   sobre el futuro de  las ciudades pobres,   luego sonrió. Con los años se va fraguan-
       cuperación nunca llegó, pero Paul seguía   otros proyectos,  parafraseando a Grou-  pero  tuve  que  escribirla en  castellano,   do una complicidad espiritual basada en
       trabajando desde su casa y leía con ahín-  cho Marx. Acepto, repliqué bromeando:   porque hace siglos  que no practico mi   un inmenso cariño y en la imposibilidad
       co. También se había conseguido  una   ¿Qué  te parece si escribimos un libro   francés… A vous santé. ¿Y tienes para el   de pensar la vida sin el otro.
       computadora, y desde  entonces  pude   juntos? –exclamé  como disparando al   taxi? –me preguntó a la hora de la des-  En  algún  momento  me  di  cuenta de
       trasponer  la  mampara y  sentarme  en   viento. A Paul se le iluminaron los ojos.   pedida.  Estás  muy  picado  para irte  ca-  que ya estaba  viendo doble  y me fui  al
       una mecedora  mientras lo veía digitar   Pero si no tengo título, nunca terminé mi   minando. ¿Y de qué vives? –repreguntó.   baño a mojarme la cara. Cuando volví
       diestramente. Me la acabo de comprar,   carrera. ¿Y eso qué importa? Ya, dijo en-  Del aire incoloro del azar, dije con la mi-  a la barra me encontré a Paul hablando
       pero Rocío aún no sabe de mis malver-  tusiasmado, hagámoslo. Yo me encargo   rada baja. Paul se palpó los bolsillos y se   fluidamente  con una pareja de  irlande-
       saciones, dijo con una sonrisa triste. Me   de conseguir la plata para la impresión   descolgó con cien soles. Que ni se entere   ses. ¿Y desde cuándo sabes inglés tú? El
       tengo que entretener en algo para olvi-  ¿Y el tema? Leamos y alimentemos la re-  Rocío que te he dado los últimos mohi-  francés no basta si eres miembro de  la
       darme del dolor. A propósito, me operan   flexión –dijo Paul en el fragor del cuarto   canos.  Gracias  por salvarme  del enano   Coalición Mundial por el Hábitat y ase-
       otra vez el lunes…                  trago…                              dentado de la inanición.             sor de la Alianza Internacional de Habi-
         ¿Puedo visitarte?  Claro.  Lo  encon-  Tengo que ser-                                                         tantes. ¿Y qué hacen? Tenemos que
       tré en su cama con un gran parche en el   te  sincero, her-                                                     transformar nuestras  ciudades  en
       oído, una pila de libros y muy risueño. Le   mano. El  libro                                                    hormigueros sustentables. Si no, es-
       han raspado el hueso, explicó Rocío. Es   me produce  an-                                                       tamos fritos, nos convertiremos en
       como  una resurrección, sentenció  Paul   siedad. Es natu-                                                      insectos sin destino y manejados por
       abriendo de par en par sus insondables   ral, escribir es un                                                    la codicia de las reinas. Por este ca-
       ojos azules, que ella porfiaba que eran   poco  exhibirse,                                                      mino no podemos seguir, algún día
       verdes. Luego  se  sentó  en la mesa del   hay cierto pudor                                                     va a venir una peste y nos va a desa-
       computador  mientras Rocío preparaba   que debes vencer,                                                        parecer… The last poison, please.
       el café de rigor. ¿Y qué sentiste cuando   dije  como  justifi-                                                    Oye, parece que trabajaras en una
       entraste a la sala de operaciones? Que la   cación,  mientras                                                   sociedad  secreta y posapocalíptica.
       parca me rondaba, me cagaba de miedo.   Paul acariciaba  a                                                      Casi, respondió Paul. ¿Y te  pagan?
       ¿Y crees en dios y en la teología de la li-  una gata atigrada                                                  Con las justas recibo un chequecito
       beración? –le pregunté con humor. A ve-  que había estado                                                       para hotel y comida, que yo malver-
       ces, dijo Paul para escándalo de Rocío. Es   merodeando por                                                     so en libros, algún regalito para Ro-
       imposible ajustar el ideario de los pobres   los  techos. Nunca                                                 cío y un cognac Martell de 20 euros
       a la camisa de fuerza del canon bíblico,   había tenido una                                                     que me recuerda a mi padre. En ese
       sustenté. Es como meter un pato en una   mascota, y en po-                                                      momento nos dimos cuenta de que
       botella. Paul estiró la sonrisa. Qué boni-  cos días Penum-                                                     el  local  ya  estaba  vacío. ¿Qué  hora
       ta metáfora, comentó. Es un viejo koan   bra se  ha vuelto                                                      es, pregunté  en un arrebato de so-
       zen, algo así como una “paradoja absur-  mi amiga.                                                              briedad?  Las cuatro  de  la  mañana.
       da” si cabe la redundancia.           Al    principio                                                           Ya me voy de fresa nomás al aero-
         ¿Y si pasamos a otra etapa de la revis-  cada quien traba-                                                    puerto.
       ta? –dijo Paul entusiasmado con la idea   jaba en su casa,
       de dar un salto copernicano tras su resu-  y nos reuníamos                                                      SEIS
       rrección. Incluso cambiémosle de nom-  una vez a la sema-                                                          En el  camino al Malatesta  lo vi
       bre y hasta el diseño. Algo así como Ciu-  na para comentar                                                     como  aturdido.  Nos  sentamos  y
       dad y Cultura. Me gusta, ese es el título,   nuestras  lecturas                                                 pidió  un café.  Lo  mismo, le  dije  al
       indiqué. Busquemos plata. Hasta la mis-  y fichas. Pienso                                                       mozo. Luego abrió su maletín y ex-
       ma presentación que sea una performan-  en esa época y re-                                                      trajo el periódico. Mira, me dijo. En
       ce, una intervención, un happening y no   cuerdo la fascina-                                                    primera plana. María Antonieta es
       el acto protocolar y consabido. Perfecto.   ción de Paul cuan-                                                  la nueva ministra de vivienda de Fu-
         Finalmente, vino la presentación y el   do descubrió las                                                      jimori.  ¿Qué? ¿La espiroqueta  que
       pánico a las sillas vacías pronto se esfu-  cuarenta  comu-                                                     nos hizo la vida imposible es minis-
       mó. El salón de actos estaba atiborrado.   nidades  utópicas                                                    tra del dictador? A lo lejos se apare-
       Las luces se apagaron y de repente varios   que se desarro-                                                     ció Rocío. ¿Te has enterado? Tengo
       clowns descendieron de los techos, se   llaron en Estados                                                       que reconocer que Paul tenía razón,
       pasearon entre el  público,  con carteles   Unidos en el siglo                                                  aclaró. Es terrible el deterioro moral
       y  morisquetas, y  declararon la muerte   XIX, siguiendo las   1El libro escrito al alimón por Maquet y Valdeavellano.  al que ha llegado María Antonieta.
       de  los  paradigmas: ¿Qué  es  la  cultura?   líneas  marcadas                                                     Al mes me lo encontré a Paul me-
       Voces transmitidas por incesantes briz-  por Owen  y  los                                                       ditabundo. ¿Qué te pasa, hermano?
       nas. ¿Y es Lima el lugar ideal para morir,   falansterios de Fourier. Nos interesa es-  CINCO                Un largo silencio acompañó nuestros
       como decía Eielson?                 tudiar el pulso de la aldea, la ciudad y la   Iba yo caminando por los portales de   pasos por  el parque y prosiguió mien-
                                           periferia en el curso general de los acon-  la plaza del Cusco cuando vi a lo lejos un   tras subimos  la escalera. Solo cuando
       CUATRO                              tecimientos,  las huellas  locales. Sí.  Las   saco gris que flotaba con el viento y unos   nos  sentamos  alrededor  de  su  legen-
         Tengo que confesarte algo, Rodrigo: le   huellas locales, ese es el título del libro,   pasos ligeros que me parecieron conoci-  daria mesa del comedor se animó a ha-
       han cerrado el caño a la revista. Las bac-  dijo Paul exaltado.         dos. Paul,  Paul,  grité en medio del llu-  blar: Ayer enterré a mi madre, dijo con
       terias han saboteado todos los proyectos   Con el  ejemplar recién salido de  la   vioso atardecer e inesperadamente giró   laconismo.  ¿Y qué hay después  de  esta
       que tenía contigo aduciendo que las pu-  imprenta nos sentamos en un café a con-  la cabeza a pesar de su sordera. No tar-  vaina, qué será de nosotros? –preguntó
       blicaciones  son prescindibles.  ¿Quién,   templarlo. ¿Oye, pero te han cambiado el   damos mucho en llegar a la esquina de   Paul. Me resisto a la nada, insistió. Algo
       la  espiroqueta  de  María Antonieta? Sí,   nombre dije al ver con detenimiento la   Procuradores y abrazarnos en medio de   de eterna tiene el alma como dijeron los
       ella misma y lo que no sabes es que está   carátula? Paul puso la cara más inocente   la calle.              platónicos, pero es una inmortalidad re-
       decidida  a  apropiarse  de  la  institución,   de su repertorio. ¿O sea que ahora eres   Paul tiritaba y escondía los puños en   lativa y está basada en la memoria. Los
       afirmó Paul.                        Paul Maquet-Makedonski? –dije echán-  las mangas. Vamos a tomar algo para ca-  libros como pequeñas luciérnagas que
         Una sombra  ocupó al asiento de al   dome a reír.  Sí,  respondió. Estoy  bus-  lentarnos, propuso. A pocos pasos de la   alargarán un  poco  tu  recuerdo,  pero  ni
       lado de la combi.  Volteé, era Paul Ma-  cando mis raíces. Chateando con mi her-  iglesia del Triunfo descubrimos el Irish   tanto, dije como para aguar la fiesta.
       quet al que no veía hace meses, y él tam-  mano  parisién hemos descubierto  que   Pub y subimos las escaleras. ¿Aquí? Cla-  La atigrada Penumbra recorrió todo
       bién me reconoció al instante.  No nos   nuestro padre era ruso. Primero escapó   ro. De pronto nos encontramos con una   el ancho de la sala con suavidad.
       quedó más que soltar la carcajada cuan-  de los bolcheviques, y en Francia se cam-  taberna irlandesa, donde  lo  único  que   Flaco, ayúdame a sacar el televisor a
       do nos descubrimos el uno junto al otro.   bió el apellido a Maquet para pasar in-  faltaba  era  un  guerrillero  del  IRA.  Un   la sala, pidió Rocío de vuelta de la calle.
       Otra vez la sincronicidad, el  impetuoso   advertido. Pero vino Hitler y se tuvo que   whisky Jameson nos recomendó el bar-  Ya  está  Fujimori en  todos  sus  canales.
       azar que nos acercaba, los acontecimien-  marchar al África y algo salió mal porque   man gringo. ¿Y qué has hecho  en todo
       tos que se unían bajo el paraguas de la   debió huir de nuevo. Dejó a su familia en   este  tiempo?  Viajar  y  viajar,  dijo  Paul   [pASA A LA páginA 30]3
                      "El inteligente no es aquel que lo sabe todo sino aquel que sabe utilizar lo poco que sabe"
                                             DEL VIERNES 1 AL JUEVES 7 DE OCTUBRE DEL 2021               hildebrandt en sus trece 29
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