Page 3 - Mitos y Leyendas de Guille
P. 3
Cuenta la historia que en este lugar habitaba un corpulento y violento toro negro
que en ocasiones salía de las profundidades causando destrucción e inundaciones
en todo el pueblo huantino. Cansados de esta situación, los pobladores diseñaron
un plan para detener al animal.
Fue así que una anciana, sabiendo de su delicado estado de salud, decidió
sacrificarse para poder contener a la salvaje especie. Cuenta la leyenda que, luego
de un ritual, la mujer se lanzó junto con una enorme jaula de gruesos barrotes de
fierro encantados al fondo del lago. Allí, encontró al animal dormido, y como pudo,
lo ingresó dentro de la jaula. Esto trajo la paz y tranquilidad de los habitantes de
Huanta que sabían que su peor enemigo estaba encerrado en las profundidades
del lago.
Sin embargo, un día, el toro logró desprenderse de su prisión, lo que ocasionó la
inundación de la localidad. Ante esto, los pobladores no tuvieron más opción que
volver a amarrar al toro y resguardarlo para que no vuelva a escapar. Desde aquel
momento, el pueblo vive en constante vigilia ante el peligro de que el toro
encantado pueda inundar nuevamente la ciudad de Huanta.