Page 69 - El Código Secreto para el Éxito

El Código Secreto 68
para el Éxito
muy orgullosamente, o mejor decir, que te conoces como la palma de tu
mano?. Es posible que ese don de gente que realmente tanto te enorgullece
o dices según CARL JUNG, sea simplemente la punta del iceberg y cuya

parte más grande que se encuentra bajo de la superficie, sea la parte más
oscura de tu vida y dentro de ello, temores, odios, resentimientos, envidias
y de la cual cada uno de nosotros nos esforzamos en ocultar día a día.

Entonces ahora podemos tener la evidencia que todo lo que creemos de sí
mismos, no es otra cosa que una pequeña porción de información muy
sesgada, porque nuestra mirada no alcanza a ver la totalidad de lo que
realmente somos, ocultando la realidad que es tan perversa que ni siquiera

nos atrevemos a verla de frente y mucho menos darla a conocer al resto del
mundo y así vivimos ocultando una parte muy grande de nuestra
personalidad; es aquí donde nuevamente nos damos cuenta de que todo
depende del observador que por cierto para la mayoría es muy limitada.

Entonces si descubrimos lo que realmente nos domina como la sombra o
parte oculta que llevamos dentro de cada uno de nosotros y que
irónicamente ocultamos para continuar siendo socialmente aceptables con

las demás personas que también esconden los rasgos más bajos y terribles,
escondiendo lo más tenebroso de nuestra escénica y que pudo descubrir e
interpretar mi amigo y mentor CARL JUNG gran psicólogo de la época
contemporánea. Por lo anterior entonces veremos.

Test para Saber el Control de tu Sombra en Tu Vida.

A continuación veremos las siete señales que revelan que tanto te controla
la sombra de tu lado oscuro en tu mente:

1. Juzgas a los demás con extrema dureza. Juzgar a los demás de manera
impulsiva es una señal que nos da pavor de ser juzgado de la misma
manera, esto demuestra claramente la falta de inteligencia emocional
y al querer señalar primero a los demás es una forma de adelantarnos

un atuendo payasesco y desde nuestro interior que no caeremos en el
mismo.

Ricardo Mejia Bernal