Page 230 - Diseño de interiores (2a. ed.)
P. 230
VENTILACIÓN
Los edificios necesitan una fuente de aire fresco
para renovar el oxígeno utilizado por las personas
y los equipos interiores, y para eliminar el dióxido de
carbono y otros contaminantes del aire. Los edificios
que han sido diseñados sin ventanas practicables
tienen limitada la entrada de aire fresco. La mejor
forma de refrescar el interior de la mayor parte de
los edificios es incrementar la ventilación natural y
la distribución del aire, además es la más efectiva
y la que requiere un menor coste económico.
El aire fluye hacia el interior de un edificio porque se
mueve desde las áreas de alta presión a las de baja.
La ventilación natural requiere:
• Una fuente de aire a la temperatura adecuada y con
un grado de humedad y una limpieza aceptables.
• Una fuerza —normalmente el viento o la convección
térmica— que impulse el aire por los espacios
habitables del edificio.
Las instalaciones mecánicas utilizan ventiladores
para impulsar y extraer el aire de los edificios,
e incorporan controles que regulan el volumen,
la velocidad y la dirección de la corriente de aire.
Los ventiladores impulsan el aire por una red de
conductos hasta los diferentes espacios del edificio.
Los difusores regulan el flujo de suministro, y el aire
ya utilizado se aspira a través de rejillas de retorno
para su posterior limpieza y reutilización, o bien para
ser extraído del edificio.
Por infiltración se entiende el flujo de aire exterior
que penetra en un espacio a través de fisuras en el
perímetro de sus puertas y ventanas o por otras
Ejemplos de extractores de aire aberturas de la envolvente de un edificio. Aunque la
infiltración puede aportar aire nuevo al interior, estas
grietas también dejan escapar el aire calentado o
enfriado, lo que se traduce en un gasto de energía
adicional.
224