Page 228 - DERECHO INDÍGENA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA (1988)
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Se alegó que la colonización del Amazonas permitiría la transferencia del
exceso de población del Nordeste, área de una fuerte concentración de tierras,
que en esa época se calculaba en 5 millones de personas. El gobierno planeaba
guardar como reserva para los colonos y proyectos pecuarios una faja de 100 Km.
de largo, a los lados de la Transamazónica.
Cuatro años más tarde se desmintió la tan alegada fertilidad de la tierra de
esa faja ya que constató que únicamente el 3.6% de la tierra era de labor en toda
la extensión de la faja.
La enorme obra de la Transamazónica, iniciada en 1970 y concluida en
1973, se considera en la actualidad como uno de los mayores errores del gobierno
del presidente Médici. El objetivo que se tenía de asentar a 500 mil familias a lo
largo de la carretera en un período de cinco años, quedó muy lejos de alcanzarse,
porque en 1980 solamente se habían asentado 10 037 las que, además, vivían en
condiciones precarias.
Sin embargo, los daños que sufrieron los grupos indígenas de la región
fueron considerables. Cuando se iniciaron los preparativos para la construcción de
la carretera, la FUNAI llevó a cabo un programa de atracción urgente para los indios
que se encontraran a lo largo del trazo de la Transamazónica. Según información
de la FUNAI, en el área se encontraban 12 tribus aisladas, nueve integradas y ocho
con carácter intermitente.
Al final de 1970 los grupos de atracción de la FUNAI contactaron a las
primeras tribus que se encontraban en la ruta de la Transamazónica, Dentro de
estos grupos contactados, los parakaná son un trágico ejemplo de los desaciertos
de la política oficial indigenista. Esos indios ya habían sido objeto de "pacificación"
en 1900 cuando el ferrocarril Tocantins cortó su territorio. En esa época sumaban
cerca de 1 000 habitantes: 50 años más tarde, el SPI volvió a tener contacto con
ellos: era un grupo de casi 200 indios que a causa de las enfermedades
infecciosas perdió a la cuarta parte de sus miembros por lo que se refugiaron
nuevamente en la selva.
En la época de la construcción de la Transamazónica se contactó
nuevamente a los parakaná quienes sufrirían de nuevo grandes reveses y que,
además, en esa ocasión fueron transferidos a la reserva de Tucurui debido a la
construcción de plantas hidroeléctricas en sus tierras tradicionales en Tucurui.
La omisión del gobierno y la violencia característica de las áreas de frontera
hicieron que en 1982 esos indios perdieran casi la mitad de su población que
estaba en contacto con la FUNAI. En esa época eran un poco más de 170
personas, sin ningún estímulo para reorganizar su vida, divididas en dos grupos y
con poco contacto entre ellos.
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