Page 101 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
P. 101
SALVADOR BORREGO
"Yo he llegado a conseguir que en Alemania no
haya huelgas ni se cierre ninguna industria. Pero esto
es sólo imaginable bajo una condición: que también
el obrero tenga el convencimiento de que es tratado
como se debe, de que se le paga lo que su trabajo
merece, que con su dinero puede comprar lo que ne-
cesita. Y, naturalmente, otro aspecto fundamental: que
no esté desacreditado socialmente; que no se le con-
sidere un ciudadano de segunda clase, y que su hijo,
como el de ustedes, puede llegar a serlo todo, siem-
pre que posea capacidad; eso es lo decisivo.
"Nosotros tenemos que exigir a menudo imposi-
bles, no nos queda otro remedio. Y si logramos lo im-
posible, entonces recibiremos el asentimiento de la
Providencia. Acaso no sea yo uno de esos que se co-
nocen con el nombre de beatos; no, no lo soy. Pero,
sin embargo, soy un hombre religioso en lo más hon-
do de mi corazón, es decir, creo que quien en este
mundo lucha valientemente, de acuerdo con las le-
yes de la Naturaleza establecidas por su Creador, y
no capitula, sino que cobra ánimos una y otra vez y
avanza siempre sin desmayo, creo, digo, que el Su-
premo Hacedor no le dejará desamparado, sino que
al final recibirá las bendiciones de la Providencia. Ou-
lio,1944).
AUGURIOS Cuando Hitler empezó a aplicar su política
ECONOMICOS económica, expertos de diversas escuelas
dijeron que su fracaso era inminente, y cuando un augurio
no se cumplía hacían otro: que el crecimiento del crédito
-decían-llevaría a la inflación; que el aumento de produc-
ción se desplomaría por falta de capacidad de consumo;
que el alza de producción industrial sería anulada por la
falta de alimentos; que el desplome ocurriría por no querer
concertar créditos en el extranjero; que el Estado no po-
dría mantener la mejoría del nivel de vida, etc.
100