Page 63 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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SALVADOR BORREGO


                   Las utilidades mayores del 6 u 8%  de las sociedades
                anónimas quedaron temporalmente como fideicomiso,
                para ser repartidas 4 años después, y entretanto ese re-
                manente servía para impulsar la economía con nuevos
                créditos.
                   La producción aumentaba y el desempleo disminuía.
                   Algunos economistas se quejaban de  que la baja de
                impuestos dañaba al Fisco, pero Hitler les replicaba que
                -como contrapartida- la economía general estaba cre-
                ciendo y que el  Fisco se recuperaría con creces, como
                así fue.  Dar trabajo y producir más elevaría la economía
                nacional.
                   Paralelamente a las autopistas se mejoraron los ser-
                vicios de turismo y éste aumentó 4 7% en los primeros 4
                años.
                   En el primer año de gobierno se decretó exención de
                impuestos a  los vehículos que se pusieran en servicio
                en ese año, y también para los vehículos de carga desti-
                nados a la agricultura y la industria.
                   Se redujeron impuestos por ampliación de talleres o
                adquisición de maquinaria. Y asimismo para quienes pro-
                dujeran nuevos materiales que ayudaran a disminuir las
                importaciones.
                   También se exentó de impuestos la  construcción de
                casas propias o de viviendas baratas.
                   De  esa manera se reanimó  la  industria  de  la  cons-
                trucción, fomentada en seguida por una rebaja de fletes
                en las compañías de navegación fluvial y en los ferroca-
                rriles, para el transporte de materiales.
                   Los ferrocarriles, que se hallaban hipotecados y gra-
                vados  con  intereses anuales de  290  millones  marcos-
                oro, volvieron al dominio de la nación. Se les moderni-
                zó su equipo, se aumentó la velocidad, se electrificaron
                parcialmente y así pudieron ser autosuficientes. Tuvie-
                ron su prueba de fuego durante el Congreso del partido
                en  Nuremberg,  para  el  cual  movieron  1 ,200  trenes  y
                transportaron un millón de pasajeros.
                   El  Ministro de Hacienda, Von Schewrin Krosigk,  dijo
                acerca de Hitler:  "Concebía asuntos financieros con


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