Page 74 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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ARMA ECONOMICA


                      instinto existente en el pueblo, y del instinto nace
                      la  fe,  en tanto que la  crema de nuestra sociedad,
                      debido  a  su intelectualismo,  siempre lo  examina
                      todo con mirada crítica ... Nadie puede saber si esto
                      cambiará alguna vez.  El  sacrificarse por un ideal,
                      luchar por un  ideal,  es completamente extraño a
                      esa gente; no saben lo que significa ...  En  1923 (en
                      plena  crisis)  tenían  detrás  de  ellos  únicamente
                      agrupaciones decididas a  ganar dinero y a  hacer
                      negocios".  (8,  XI,  1938).




                lA TENSION  DE         Entre la economía liberal del "de-
                SALARIOS-PRECIOS       jad hacer; dejad pasar", y la econo-
                mía marxista, estatista, del "prohibid hacer-prohibid pa-
                sar", en Alemania se iba recorriendo un camino distinto,
                no de una libertad absoluta, pues se decía que ésta suele
                llegar a un punto en que acaba con la libertad de terce-
                ros;  que en la  libertad absoluta surgen parásitos o ene-
                migos de ella misma y que la libertad necesita ser prote-
                gida. La grave dificultad es que esto no puede hacerlo un
                gobierno que dependa de fuerzas internacionales.
                   A este respecto Hitler decía: "La determinación del
                      gobierno,  de  hacer al  país  independiente  de  los
                      mercados extranjeros en numerosos campos es de
                      vital importancia.
                        "En  el  campo social los agitadores comunistas
                      judíos enfocan el problema como si fuera exclusi-
                      vamente de salarios. En esta forma provocan la ten-
                      sión entre los salarios y los precios, favorable a la
                      revolución bolchevique.  Mientras las huelgas y el
                      terrorismo,  por un  lado,  han aparejado una  apa-
                      rente elevación de los salarios, no ha cambiado y
                      hasta se ha hundido la producción, forzando a  la
                      elevación de los precios. Esta elevación en los pre-
                      cios lleva naturalmente a repetidas elevaciones en
                      los salarios, nuevamente repetidas por la huelga y
                      la agitación intimidatoria.

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