Page 251 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
P. 251

teoría de la evolución (Darwin) tampoco produjo el más mínimo cambio fundamental
                  de la situación. Sólo en el  momento en que la ciencia dirigiera su atención  sobre  las
                  teorías  de  la  raza  y  de  la  herencia,  es  cuando  ha  vuelto  a  surgir  esta  oposición.  La
                  cuestión  relativa al  cosmos pudo ser  neutralizada;  la cuestión  sobre  la  naturaleza  del
                  hombre,  enunciada  esta  vez  en  una  nueva  forma,  exigía,  una  vez  comprendido  su
                  sentido, una solución  definitiva.  Como  en  el  siglo  XVII  se  luchaba por  las  ideas  del
                  cosmos,  nosotros ahora  estamos en  lucha por  la  imagen  humana  y  el  sentido que en
                  realidad le corresponde.
                  Con el nacionalsocialismo surge de nuevo la conciencia, durante largo tiempo enterrada,
                  de  la  raza  como  fundamento  de  todo  nuestro  ser.  Por  medio  de  este  descubrimiento
                  recibe la ciencia un decisivo impulso revolucionario. La noción de la raza está llamada a
                  demoler  el  muro  que  las  ideas  de  las  épocas  precedentes  habían  levantado  entre  el
                  imperio  del  espíritu  y  el  de  la  naturaleza  y  se  hace  visible  un  nuevo  orden  de  las
                  ciencias, ante el cual no pueden subsistir por más tiempo las diferencias de ayer; estas
                  diferencias, que tienen sus raíces en la doctrina de que hay dos mundos, uno espiritual y
                  otro material, sujetos ambos a distintas leyes. De esta forma, la idea de la raza se hace
                  un  acicate  para  la  ciencia,  que  trata  de  comprender  la  vida  en  su  totalidad  y  en  su
                  realidad.  De aquí  se  desprende claramente el  por  qué el racismo  con  su demanda de
                  renovación  del  sistema  de  las  ciencias  es,  no  en  último  término,  tan  ásperamente
                  combatido. Es porque ante él no pueden existir los límites de ambos imperios: el de la
                  naturaleza inanimada y el del espíritu desnaturalizado.”
                  Prescindimos aquí de un estudio más detallado sobre el extenso e importante campo de
                  la reorganización  de  la Ciencia,  sobre  la  base  de al  ideología  nacionalsocialista,  que,
                  desde  luego,  se  halla  ya  en  plena  marcha.  A  la  revolución  espiritual  corresponde
                  también  la  renovación  administrativa  de  las  universidades  y  colegios  superiores.  La
                  misión de la Universidad en el Tercer Reich se halla bajo la idea fundamental de volver
                  a erigir la antigua universitas, en lugar de la inconexa reunión de asignaturas habidas
                  hasta  ahora, que  cada  vez  iban  siendo  más  independientes  unas  de  otras,  y  unirla  al
                  deber de servir a la comunidad nacional, estableciendo la colaboración estrecha entre el
                  maestro y el alumno, para lograr la fusión de la instrucción científica con la educación
                  del  carácter  y  de  la  voluntad.  A  raíz  de  la  creación  del  Ministerio  de  Ciencias,
                  Educación  e  Instrucción  Pública  del  Reich,  se  ha  comenzado  a  reorganizar
                  sistemáticamente el régimen de los centros científicos de los estados regionales. Hasta
                  entonces  no  pudo  la  administración  central  proceder  a  una  ordenación  unificada  del
                  personal docente, mediante el examen de los expedientes de todos los profesores. Esto
                  hizo  necesario  un  nuevo  plan  adecuado  a  las  circunstancias,  en  el  que  se  impuso  la
                  transformación de las universidades conforme a un criterio unitario, que prescindía de
                  intereses territoriales particulares  y  tenía  en  cuenta,  por  el  contrario,  la  característica
                  topográfica  peculiar  del  país  que  rodea  a  la  universidad,  sin  distinción  de  límites
                  administrativos  o  políticos.  La  autonomía  administrativa  de  la  Universidad  ha  sido
                  asegurada afianzando la autoridad del rector.
                  Se ha puesto un cuidado especial en asegurar el renuevo indispensable del plantel del
                  profesorado. Por medio de la orden sobre oposiciones a cátedra de diciembre de 1934,
                  fue  implantado  también    para  los  futuros  profesores  universitarios,  el  principio
                  nacionalsocialista,  según  el  cual  no  pueden  separarse  la  formación  científica  y  la
                  educación del carácter. Hasta ahora, la oposición consistía simplemente en conceder el
                  derecho de enseñanza en la universidad; hoy día la habilitación no autoriza a ejercer la
                  labor  docente,  sino  que  es  sólo  la  condición  previa  indispensable  para  obtener  la
                  cátedra. El acceso a la oposición está abierto a todos los que estén en posesión del título
                  y  requisitos  correspondientes.  Quien  haya  pasado  la  oposición,  puede  solicitar  la



                                                           251
   246   247   248   249   250   251   252   253   254   255   256