Page 301 - Santoro, Cesare El Nacionalsocialismo
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Deporte en el Campo Nacional de Deportes de Berlín, donde se hallan las oficinas
centrales de la dirección y organización. En los alrededores del edificio se hallan las
salas de gimnasia y campos, en los cuales se desenvuelve la vida deportiva y gimnástica
de la Capital.
Todo funcionario administrativo u organizador puede observar, desde la ventana de su
oficina, los ejercicios de cultura física, y así no se sustrae más, como ocurría
anteriormente, a la realidad del estado de la cultura física de su país. Tanto espiritual
como materialmente, el “empleado deportivo” está en íntimo contacto con el deporte, lo
cual no ha dejado de producir resultados beneficiosos.
En el Campo Nacional de Deportes y en la Academia Nacional de Cultura Física se
lleva a cabo la instrucción y adiestramiento de los maestros de gimnasia. El Estado
nacionalsocialista ha puesto un gran interés en la educación de los maestros de
gimnasia, pues es evidente que bajo la dirección de estos y bajo su influencia personal
crece una juventud que debe ser fuerte y capaz de proporcionar un tipo de hombre de
plena resistencia. En lo venidero, los maestros de gimnasia tendrán a su cargo la cultura
física en todos los grados de enseñanza, desde la escuela primaria y profesional hasta la
secundaria y la universidad. Al Estado, no solamente le interesa la educación física del
adolescente y del adulto, sino también que los muchachos en la adolescencia reciben
una instrucción física preparatoria. Los maestros de gimnasia son responsables del
desarrollo y de la fuerza corporal de la juventud, basada en el entrenamiento del cuerpo
y puesta a prueba continuamente.
Desde la toma del poder por el nacionalsocialismo, junto a la educación física de
carácter obligatorio está la voluntaria, que reciben los jóvenes dentro de las
organizaciones del Partido y sus instituciones anejas: la Juventud Hitleriana, las
Secciones de Asalto y Defensa, etc.
A este conjunto pertenece también el Servicio del Trabajo, que fue creado, no como
institución pre-militar, sino como una escuela de disciplina civil, en la cual todos los
alemanes, en particular los profesionales del trabajo intelectual, deberán ganarse el pan
con el trabajo de sus manos, aunque fuera por un corto lapso de tiempo. El Servicio de
Trabajo es una escuela del socialismo alemán en analogía a la escuela pública, que es un
centro de educación oficial y el Partido, que ejerce la creación voluntaria del
nacionalsocialismo. Dentro de las instituciones del Partido y del Servicio de Trabajo, lo
más importante es la eficacia de la educación, y en este caso se trata precisamente de
una educación de carácter político. A la educación general se añade, en el Tercer Reich,
la instrucción política, que explica a todo alemán los principios ideológicos del
nacionalsocialismo y a ella va unida una severa disciplina y un adiestramiento físico del
cuerpo.
En la nueva Alemania, la práctica de la cultura física no debe interrumpirse jamás,
porque su suspensión, aún temporal, haría perder el beneficio del entrenamiento del
cuerpo considerada en su conjunto. La educación física en la escuela, en el Partido y en
el Servicio de trabajo, está organizada de manera que una complete la otra,
constituyendo así la mejor base preparatoria de la educación militar que recibe luego su
último toque de perfección en el ejército. Si bien en el servicio militar la educación
física queda en segundo término ante la instrucción militar, ello es debido a que los
jefes saben muy bien que el joven recluta se ha sometido a aquella con intensidad
suficiente: la agilidad constituye la base de la instrucción militar.
El Ejército alemán no descuida, sin embargo, la cultura física de los reclutas; en su
reglamento deportivo la tiene muy en cuenta, y si bien no puede abarcar todas las clases
de ejercicios, se limita a seleccionar aquellos que mantienen al soldado ágil, resistente y
veloz.
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