Page 38 - 18403 Mariana Rivas Gálvez Revista 2 P Cn Ct
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Como dijimos, tanto el calor como el pH del medio
altera el medio en donde viven los corales y anemo-
nas. Debido a que son organismos susceptibles, el
resultante de estas circunstancias ha sido fatal para
dichos individuos, ya que no solo los daña si no que
en realidad los lleva a su muerte. El panorama es tan
desalentador, que se ha registrado que al menos el
50% de los arrecifes de coral de la tierra han muerto a
causa de estos efectos climáticos.
La muerte de los corales y anemonas es un
evento bastante desgarrador, pues dichos individuos
pierden su color y rigidez por un proceso denominado
“blanquimiento”. Tal y como lo dice su nombre, los
corales y anemonas comienzan a perder sus colora-
ciones y a ponerse blancos y opacos. Una de las prin-
cipales razones es la perdida de la simbiosis entre las
microalgas y los corales o anemonas.
El calor y la disminución del pH, provoca que
los corales y anemonas entren en un estado de estrés.
Esto hace que “expulsen” a las zooxantelas y las mi-
croalgas de su estructura. Dicha acción, hace que los
corales comiencen a morir lentamente por un déficit
de nutrimiento, pues estos microrganismos son los
responsables de al menos 95% de la energía que usan
los corales y algunas anemonas. Muchos de los colo-
res de los corales se deben a esta relación simbiótica,
pues las microalgas o zooxantelas poseen pigmentos
muy vistosos que atribuyen a esta característica, por
lo que, al momento de irse del coral o anemona, pier-
den de forma directa su color.
Su estructura tambien se ve afectada. La sínte-
sis de carbonato de calcio, sílice y otras proteínas que
conforman a los arrecifes, solo se puede dar a tempe-
raturas entre 18°C y 25°C. Por esta razón es visible la
restricción de la distribución de corales en ciertas zo-
nas del planeta. Debido al aumento de la temperatura,
los Anthozoa comienzan a tener problemas para pro-
ducir los compuestos que construyen su plan corpo-
ral, disminuyendo su eficiencia considerablemente.
En consecuencia, comienzan a perder rigidez, su con-
sistencia se vuelve porosa y muy débil. Con el tiem-
po, toda su estructura no solo habrá perdido su color
si no que tambien se irá deshaciendo poco a poco.
La muerte de los corales y anemonas no es algo
que “suceda y ya”, hemos visto ya que estos animales
forman parte muy importante de la Tierra incluyendo
a los seres humanos. La muerte de estos organismos
se lleva a su paso la desaparición de muchas otras
especies que dependen de los arrecifes para sobrevi-
vir.
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