Page 8 - REVISTA DIGITAL VOLVER A VIVIR- MAYO
P. 8
Asociación Madres de Pie Mendoza
VIOLENCIA INSTITUCIONAL
“La violencia institucional es aquella violencia física, sexual, psíquica o simbólica,
ejercida abusivamente por agentes y funcionarios del Estado en cumplimiento de sus
funciones, incluyendo normas, protocolos, prácticas institucionales, descuidos y
privaciones en regimiento de una persona o grupos de personas”. Ley 26485
Cuando estas con problemas en tu relación ¿en qué pensas?;
en pedir ayuda y en las consecuencias que sufrirás…? Pero al fin te
decidís y vas a la fiscalía con tu tristeza, desorientación y la necesidad
extrema que alguien te escuche y tome medidas firmes, con
autoridad, que te asesoren y te orienten.
Ahí te encontras con ayudantes de fiscales, sin preparación
para tomar la declaración de una víctima especial. El lenguaje codificado que usan; sumado a los complejos y
desalentadores trámites burocráticos que debemos realizar a pesar de los golpes internos y externos;
transcurriendo mañanas enteras sin dinero, sin la orientación de un profesional que nos guie y nos proteja en
juzgados de familia, peritos psicólogos.
En salas de espera con otras víctimas con huellas visibles y lágrimas, las lágrimas de nosotras que
acompañadas de los niños, testigos silenciosos de la barbarie provocada por un victimario despreocupado y
acechante, satisfecho porque conoce la lentitud del sistema judicial que todo disipa y los expediente son llevados
a archivo sino hacemos el seguimiento nosotras, las víctimas.
Nos mandan a diferentes oficinas donde volvemos a contestar el mismo cuestionario, en varias
oportunidades; cuantiosos escribientes plasman en un papel la realidad que vivimos, re victimizándonos sin
peritar psicológicamente al victimario, ese, quien con esa suerte corre, que lo ponen en conocimiento sin
investigarlo y dándole el permitido para obrar a su gusto y antojo en cualquier momento y lugar.
El sistema nefasto que despoja a las víctimas de sus derechos por no hacer un testimonio escrito y
grabado para que consecutivamente los que tengan que actuar solo verifiquen y constaten sin necesidad de
repreguntar mil veces.
Y LOS NIÑOS? Víctimas de extorsiones, amenazas, golpes y hasta abusos sexuales perpetrados por
quienes con inteligencia amenazan al más débil obligándolos a guardar silencio, sin ser abordados por un
equipo interdisciplinario cuando sus madres denuncian sus maltratos.
En muchas oportunidades las docentes en los colegios visibilizan la
problemática pero al dar intervención al ETI (Equipos Técnicos
Interdisciplinarios) comienza un interrogatorio revictimizante hacia los niños
también; que deben volver a contar lo mismo una y otra vez en los juzgados de
menores, a los peritos, médicos, etc. y con la ausencia de las autoridades
competentes a pesar de innumerables denuncias.
Son ellos los que acompañan a sus madres por caminos inciertos con finales inentendibles.
Acompañando en los procesos judiciales o sumándose a las marchas del silencio con la compañía de familiares
amenazados, para poder buscar una respuesta a tanto dolor, de esa justicia que no llega. Las persecuciones
interminables de victimarios inadaptados que conviven en la sociedad, buscando más víctimas, duplicando la
apuesta y en algunos casos ocupando la portada de los medios periodísticos. Amparados por un sistema
ineficaz, lento; con prisiones en suspenso, domiciliarias y una justicia ausente para las víctimas que viven
temerosas por las represalias que pueda tomar.
Fuente: María Eugenia