Page 121 - TOTAL
        P. 121
     ¡Cuánto tiempo tendrá que pasar para que podamos estar juntos…!                             15
                  Te amo con toda la fuerza con que se pueda amar y sólo te pertenezco a ti.
                  Para ti, por siempre y para siempre.
                  Verte sonreír.
                  Verte sonreír es una sensación indescriptible, es como si miles de fuegos
                  artificiales explotaran ante mis ojos, como si se cayera un pedazo de cielo
                  en forma de ser alado, como si de repente todos los problemas del mundo
                  dejaran  de  existir  y  solo  quedáramos  tú  y  yo,  el  uno  frente  al  otro,
                  suspendidos en el tiempo y mirándonos a los ojos.
                  Tu cautivadora sonrisa me atrapó desde el momento en que te vi, y supe con
                  certeza que desde aquel preciso instante haría lo imposible por tenerte a mi
                  lado, por tener el enorme privilegio de ser la razón de tus sonrisas y de tu
                  felicidad.
                  Ha pasado el tiempo y mi sueño se ha hecho realidad, sentirte cerca llena
                  mi  interior  hasta  límites  antes  desconocidos  para  mí,  y  no  puedo  evitar
                  soñarte despierto a cada momento.
                  Suena tópico decirlo, pues todos los enamorados tienen a su ser amado en
                  la mente a todas horas, pero la forma en la que atrapas mi mente no es para
                  nada común.
                  De entre todas las cartas para mi mujer que podría haberte escrito elijo esta
                  para decirte que tu presencia me acompaña allá donde voy, y la sensación
                  de abandono que siento cuando te pierdo de vista se ve a ratos mitigada por
                  la gran felicidad que siento al darme cuenta de que permaneces en mi mente
                  y  en  mis  sueños,  porque  eres  la  única  persona  que  me  llena  real  y
                  completamente.
                  Y no es hasta el momento de dormirme que me doy cuenta de hasta dónde
                  llega mi adicción a ti, a tu aroma, a tu mirada, a tus labios y al tacto de tu
                  piel.
                  Soñar contigo es una experiencia tan íntima y tan real que me doy cuenta de
                  que en esos instantes soy una persona completa y sinceramente feliz, con
                  todas las letras que tiene la palabra F-E-L-I-Z. No me imagino como sería
                  la vida sin ti, y por eso no quiero pasar un segundo lejos de tu lado.
                                                                                                      121





