Page 64 - HASTA MAYO
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Tú eres mi amor de siempre.
Eres tú… Mi soñado amor, el que he buscado siempre: Hoy miraba por mi
ventana y sentía una gran necesidad de contarte muchas cosas que tengo en
mi corazón, no me las puedo guardar para mí. Son sentimientos que siempre
están aquí pero que te pertenecen a ti.
Quiero escribirte acerca de ello, contarte que las hojas del calendario van
cayendo y yo no hago más que extrañarte, desear estar contigo, contarte
como van mis días, mis sueños y anhelos… Sí mi cielo…
Es un mes de mucho amor, de mucho querer estar contigo, de poder hablarte
con los ojos acerca de todo cuanto mi corazón calla.
Quiero sonreír y disimular esta distancia que me separa de ti, son muchas
las cosas que quiero decirte, pero sólo me sale un «te amo» y así repetidas
veces van formando muchas palabras que voy escribiendo para que tus ojos
se alegren de recibir mis letras, esas que te regalo sin medidas.
A fuera el cielo está precioso, las estrellas juegan entre sí y te imagino allí,
buscándome, tratando de alcanzarme.
Nunca he amado a nadie como te amo a ti, mi cuerpo nunca ha sentido
tantas sensaciones bonitas, sólo tú haces que todo lo triste y oscuro se vuelva
un cielo azuloso y brillante, es tu amor lo que logra cambiar mi vida y mi
estado de ánimo, sólo tú, amor mío.
¿Cuándo tendré la dicha de besar tus labios, de sentir tus manos en mi
cintura, de poder acariciar tus cabellos jugar con ellos, reír de tantas cosas
que se nos ocurren cuando hablamos?
Mi amor eres tú, ese que roba mis sueños, mi descanso… me robas el
corazón con cada gesto de amor que tienes hacia mí; jamás podré amar a
nadie como te amo a ti, sólo puedo dibujar un destino…
— Mi destino eres tú — Sí, aquel que siempre había soñado. Sabía que te
encontraría, y al mirar tus ojos sabía que eras tú aquel a quien tanto he
esperado. Hay océanos que nos separan, sólo al escuchar tu voz te siento
cerca, tanto como si dentro de mí estuvieses.
Me acuesto en plena paz porque eso me das tú: paz y amor, y yo te recibo
cada día con los brazos abiertos porque, aunque lejos estamos: Yo seguiré
en ti, — como tú en mí —
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