Page 782 - HASTA MAYO
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Mientras te espero, asomado al balcón del tiempo.
Carta para mi amada esposa.
Eres mi esposa, pero de ti haré una princesa, porque en ti me apoyo, en ti
pienso, en ti confío y en ti veo mi presente y futuro.
Llamarte mi esposa, es pensar que te pertenezco, que tuyo es mi corazón,
mi vida, mis palabras, mis pensamientos, mis ilusiones, mi felicidad, mi
respeto, mis planes y mis proyectos.
Y yo soy tu esposo, aquel que estará todo tiempo a tu lado sin pedirte nada
a cambio, el que te da todo, mi amor, mi cariño, mi respeto y mi fidelidad.
Soy también el que estará a tu lado cuando las tristezas te acechen; aquí
estaré siempre para ti, para apoyarte y animarte.
Te amo, esposa mía, por todo lo que eres, te amo por tu ternura, tu locura,
tu amor, tu pasión, tus virtudes y debilidades.
Eres mi amiga, no me fallarás, no me traicionarás y no me dañarás.
Porque somos los mejores amigos del mundo, tú me entiendes y yo te
entiendo, somos dos en uno, ¿o mejor somos dos que uno?
Porque si caigo, tú me levantas y si tú caes, yo te levanto; pero ¡ay de aquel
que esté solo, pues cuando cayere, no habrá segundo que lo levante!
También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más, ¿Cómo
se calentará uno solo?
Por esto quiero estar toda la vida a tu lado, para que estés conmigo y yo
contigo y sentir tu calor y tu respiración.
Eres mi amante, mi fruta de pasiones; es mi deseo el hacerte mía a cada
momento, es mi deseo verte a mi lado en la noche, es mi deseo profundo
acariciarte, y estar contigo disfrutando de tu presencia, amante mía, en la
noche entera.
Que la noche se haga larga, plácida y eterna; que el tiempo se detenga para
seguir disfrutando de este gran amor, y al final quedarnos dormidos,
contentos de que estemos el uno junto al otro.
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