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71 de Dictar de Edison (ahora el Edifono). Sus vendedores no estaban muy
72 entusiasmados con el aparato. No creyeron que pudiera venderse sin emplear
73 grandes esfuerzos. Barnes vio su oportunidad. Había aparecido
74 silenciosamente en forma de una máquina extraña que no le interesaba a nadie
75 excepto a Barnes y a su inventor.
76 Barnes supo que él podría vender la Máquina de Dictar de Edison. Se lo
77 propuso a Edison y en seguida obtuvo su oportunidad. Logró vender la
78 máquina. De hecho, lo hizo con tanto éxito que Edison le adjudicó un contrato
79 para distribuirla y comercializarla por todo el país. Gracias a esta asociación
80 mercantil apareció el famoso eslogan, “Hecho por Edison e instalado por
81 Barnes”.
82 Su alianza comercial fue un gran éxito durante más de treinta años. Gracias a
83 ella Barnes se hizo rico, pero también logró algo infinitamente más grande,
84 demostró que uno realmente puede “Pensar y Hacerse Rico”.
85 No tengo forma de saber cuánto dinero en efectivo proporcionó a Barnes su
86 DESEO. Tal vez fueron dos o tres millones de dólares, pero dicha cantidad,
87 sea cual fuere, se vuelve insignificante cuando se la compara con la gran
88 virtud que adquirió en forma del conocimiento definitivo, que un impulso
89 intangible del pensamiento puede convertirse en su homólogo material con la
90 aplicación de principios conocidos.
91 ¡Barnes literalmente creyó en una asociación con el gran Edison! Se vio como
92 dueño de una fortuna. No tenía nada con que empezar, excepto la capacidad
93 para SABER LO QUE QUERÍA Y LA DETERMINACIÓN DE
94 PERMANECER FIEL A ESE DESEO HASTA HABERLO REALIZADO.
95 No tenía dinero con el que comenzar. Su educación era muy escasa y carecía
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